Hoy tuvimos nuestra
tercera cita médica. Era una cita particularmente importante porque tocaba
hacer las medidas y análisis de sangre para determinar la probabilidad de
síndrome de down y ver si son necesarias más pruebas. Acá, como en Estados
Unidos –creo que en Perú y en Italia sólo hacen la ecografía-, para hacer este
descarte no sólo miden el pliegue o traslucencia nucal (la cantidad de líquido
pseudo-linfático acumulado en la nuca del bebe) sino que además te hacen un
análisis de sangre en el que se analizan las cifras de Alfaproteina y la
fracción beta de Gonadotropina Coriónica (no me pregunten qué es eso que no
tengo idea y no es el tema del post, lo menciono sólo de manera informativa).
La combinación de los resultados de estos tres exámenes con el largo del bebe y
con la edad de la madre te dicen qué tan alto es el riesgo de que hayan
alteraciones cromosómicas. Dependiendo de eso se recomiendan más exámenes (como
la amniocentesis por ejemplo).
Aunque los resultados
del test de sangre aún están pendientes, por la medida del pliegue nuestro
hijit@ parece estar muy bien, lo máximo aceptable en la medida es 3mm y él/ella
tiene 1.5mm. O sea que se ve muy saludable.
Ahora, volviendo al título del post, que me
imagino es lo que los tiene más intrigados, no sólo nuestro hij@ ha salido a su
padre en altura/longitud (ya nos dijo el doctor que es más alto del promedio)
sino que además ha salido deportista como Alberto. Al parecer lo agarramos
justo en el momento de su rutina diaria de ejercicios. Estaba parado, apoyado
en la placenta y hacía planchas contra la placenta (como los ejercicios de
pecho que uno hace apoyado en la pared, igualito) y, como si eso fuera poco, se
paraba y se agachaba una y otra vez. Si hubiera salido a mí, además de ser
menos largo y más gordito, estaría bien echado panza arriba dándose la buena
vida como los demás bebes que he visto en otras ecografías de esta época del
embarazo. Para ser sincera, fuera de bromas, ojalá que en verdad salga a
Alberto en ese aspecto (y en todos los que quiera…¡¡aunque en el carácter si
preferiría que salga a mí!!).
Por otro lado, sigo alucinada con la maravilla
de las ecografías, mejor dicho de la naturaleza (y de paso de las ecografías que
nos permiten dar una mirada y ver el milagro de la vida desde tan temprano). Es
increíble que un ser humano de apenas 7cm de largo tenga ya casi todo el
cuerpecito formado. Casi casi le podemos contar los dedos y cada una de las
vértebras de la columna mientras se mueve en el video que nos dieron. Es que ni
siquiera tengo palabras para describir lo que se siente…
En lo que respecta a mi proceso de
enamoramiento de nuestro bebé, ya ha empezado, y es cada vez más fuerte y veloz,
hasta me atrevería a decir que ahora si ya lo quiero y esto me hace muy feliz.
Estoy muy contenta de no tener que
esperar hasta sentirlo, verlo o conocerlo para amarlo.
Sólo para terminar, y para dejarlos con el
suspenso, ya el doctor dio una opinión adelantada del sexo del bebé pero como
aún no es 100% seguro, lo mantenemos en secreto.
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