Traducir/Translate

miércoles, 16 de mayo de 2012

Mi(s) primer(os) día(s) de la madre


Empezando el 6 de mayo y hasta el día 13, he tenido 3 días de la madre. El 6, el Anyák Napja, es decir el día la madre húngaro; el 10 de mayo, el día de la madre mexicano (que lo supe no porque mi hermano viva en México sino porque ese día era la reunión matutina mensual del grupo hispanohablante al que frecuento y en el que lo que más hay son mexicanas –seguidas de peruanas-) y el 13 el día de la madre peruano.

De todos estos, podríamos decir que no festejé ninguno. La celebración húngara de plano me la olvidé.  Ni me acordé que era el domingo 6. Había visto en las tiendas los anuncios por el día de la madre pero la verdad nunca me detuve a pensar (o recordar, porque ya el año pasado estábamos acá) cuándo era. Creo que asumí que era igual que el peruano. El mexicano se podría decir que si lo celebré pero en verdad no tanto. Como les dije, fui a la reunión del grupo hispanohablante, se conmemoró el día y hasta nos dieron un clavel a todas las mujeres (a todas, madres y no madres sin distinción) pero como todavía no había hecho público mi embarazo como que no me sentí muy agasajada. Finalmente, en el día de la madre peruano tampoco me sentí muy festejada que digamos. Para empezar, acá ya no era el día de la madre, Alberto no estaba en Budapest (y en Italia no es que se celebra con tanto entusiasmo –o por lo menos él y su familia no lo celebran con tanto entusiasmo-)  y yo, para colmo, no tengo ni bebe ni panza que de fe de mi embarazo.

Pero más allá del hecho de haber hecho público o no el embarazo, de que Alberto haya o no haya estado conmigo y aunque en Lima mi familia me recordó y festejó como si estuviera ahí y mis amigos me mandaron muchísimos saludos (porque además, fue el 13 de mayo el día que elegí para hacer totalmente público, léase “facebook”, público mi dulce espera), la razón por la que no me sentí celebrada o por la que no celebré el día con mis amigos acá (aunque si me compré un auto regalo del día de la madre, ya saben, cualquier pretexto es bueno) es porque todavía no me siento muy identificada con la fecha y no me siento identificada con la fecha porque aún no asumo mi condición de madre.


Mi primera tarjeta del Día de la Madre


A pesar de ser 100% consciente de que cada segundo que pasa y mientras escribo este post estoy creando una nueva vida y que ya eso me hace madre (¡qué lindo suena!), la verdad es que todavía no me siento muy madre que digamos. Y no me siento madre, entre otras cosas, porque todavía no hay evidencia física de todo lo que está pasando en mi interior. Y aún con evidencia física, es una fecha que nunca ha sido mía, siempre ha sido para mi mamá y mis abuelas y seguro me va a costar sentirla como propia. Probablemente, si tuviera más meses de embarazo, si ya tuviera panza (de embarazo no de la otra) y estuviera vestida con cosas de maternidad, me hubiera sentido un poco distinta…o tal vez no. Quizás estar en Lima con mi familia (bien entusiasta ella con este tipo –y todo tipo- de celebraciones) hubiera ayudado pero creo que aún estando ahí me hubiera sentido medio desubicada en el agasajo. Y lo creo porque se de amigas mías embarazadas que estando en Lima con sus familias se sintieron muy raras y un poco ajenas a tanto brindis en su nombre. Y es que como me decía una amiga, una está acostumbrada a tener cumpleaños y nada más, nunca hemos tenido otra celebración (dejando de lado el típico saludo por el día del abogado o el día del maestro, pero esos no cuentan)… y como a todo, hay que acostumbrarse.

Lo que si, espero con ansias el próximo día de la madre. Y si estoy en Budapest lo celebraré los tres días y si estoy en Lima lo festejaré sólo en el día peruano pero estando con toda mi familia, la celebración valdrá por tres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario