tag:blogger.com,1999:blog-38054120739104090172024-03-12T20:39:08.965-07:00Recuento de una EsperaMocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-88056929989757452042013-08-26T08:48:00.000-07:002013-08-26T08:48:04.570-07:00 ¡Y llegó Giulia!<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Giulia llegó a alegrarnos la vida el 15 de diciembre de 2012
a las 11:38pm, midiendo 56cm y pesando 3.5 kgs., luego de como 8 horas de
trabajo de parto, no tantas si pensamos que el promedio es de alrededor de 12 y
que al final fue una inducción inesperada. Visto en retrospectiva, ese día ha
sido uno de los mejores de mi vida, en el que he estado más orgullosa de mi
misma y más enamorada de mi esposo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero empecemos por el principio. Esa mañana, como todos los
días de la última semana, fui –esta vez acompañada por Alberto porque era
sábado- a mi monitoreo de la panza. Desde que vi el monitor yo misma noté que
había algo diferente. Algo raro con los movimientos de Giulia, se notaba que
había algo, no malo pero distinto, picos altos más altos y bajos más bajos. De
hecho se lo comenté a Alberto mientras estábamos ahí sentados (yo bien
preparada –como todas las veces- con mis mandarinas, morochas y demás alimentos
dulces para asegurarme que Giulia se moviera).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando salimos, la enfermera nos dijo que, antes de
atenderme, el doctor quería una ecografía. La ecografía salió bien, Giulia había
crecido y decían que podía pesar 4kgs. Luego, cuando fui donde el doctor, éste
me revisó y dijo que había dilatado alguito, menos de 2 centímetros, pero que el
cuello del útero seguía grueso y Giulia sin encajar. Igual hizo una maniobra
para ver si comenzaban las contracciones y me dijo que ya que mi cuello se
había alineado un poquito, quería revisarme el líquido amniótico porque
sospechaba que el cordón estaba aplastado contra la pared uterina (por eso los
picos extraños durante el monitoreo) y que si el líquido no estaba claro o me
operaban o me inducían. Le pregunté por mi puntaje en el Test de Bishop (que un
conocido sistema de puntuación que mide la maduración cervical, cuando suma un
total igual o mayor a 7 las posibilidades de éxito de una inducción son altas,
si suma menos pues no tanto y es probable terminar con una cesárea). No quería
pasar por el dolor de una inducción para terminar en una cesárea, por eso le
pregunté. Mi puntaje fue 5. No muy alentador.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego me hicieron lo del test del líquido y, según el doctor, no estaba muy
oscuro pero tampoco estaba claro y que mejor daba a luz ya. Mi primera reacción
fue llorar cuando vi a Alberto afuera. El estaba re feliz porque estaba
desesperado por ver a Giulia, yo estaba nerviosa, supongo que también asustada. Contenta no mucho a
decir verdad, creo que tenía miedo de que ahora si llegaba Giulia.</div>
</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El doctor nos explicó todo, nos dijo que no creía q funcionara la inducción
pero que si lo que yo quería era un parto natural pues se intentaba, no se
perdía mucho, a lo más algunas horas. La verdad, yo estaba lista para rendirme
-tenía el pretexto perfecto para ahorrarme el dolor del trabajo de parto, pero
una parte de mi me empujaba a hacer la prueba... Creo que yo soy así con todo, como
que ante situaciones complicadas siempre hay una parte de mí que quiere rendirse.
Felizmente, hay otra parte más competitiva y arriesgada que no me deja y que
normalmente gana pero siempre está esa sensación de no querer tratar y siempre
tengo o me doy "razones" –que más bien serían excusas- para no probar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El plan era romperme la fuente y darme un par de horas, si
con eso no pasaba nada empezábamos con la oxitocina y, si en una hora más no
pasaba nada, me cortaban. Me interné inmediatamente. La rotura de fuente no
funcionó porque el cuello del útero no estaba tan </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">alineado como creíamos (lo que demuestra lo mal que estábamos en probabilidades
de parto natural). No tenía ni una hora en el hospital y ya había pasado por
varios procedimientos bastante invasivos que no voy a comentar pero que me
hicieron entender aún más el por qué muchas mujeres eligen parir en su casa. Como
el “plan A” no funcionó, pusieron en práctica el Plan “B”. El doctor me sugirió
ponerme la vía para la epidural aunque no la quiera usar (porque yo insistía en
no querer usarla) por si acaso. Yo no estaba muy convencida porque me parecía
que eso haría que me "rindiera" más fácilmente y que aceptara la
epidural al primer dolor fuerte pero Alberto, sabiamente, me dijo que me la
ponga. La verdad esa fue la única parte fea de mi parto. La anestesióloga era
una bruja, cero empática y casi casi que me trató mal. No me explicaba bien
como ponerme y me hincó mil veces hasta que finalmente se puso delante de mí a
enseñarme la posición exacta en la q quería q me ponga (digo, ¿por qué no lo hizo
cinco pinchazos antes?) y ¡finalmente le atinó!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con tanto hincón me movió alguna “fibra” interna que me puso
de muy mal humor e hizo que se me salieran todos los miedos que tenía adentro. Ni
bien se fue la anestesióloga me entró el pánico de qué pasaría si veía a Giulia
y no sentía nada, si no la quería, -de hecho, este había sido mi mayor
preocupación durante el embarazo- y me puse a llorar. En ese momento, sólo Réka,
la doula que me ayudó a parir, estaba conmigo y me dijo que eso no pasaría y
que, en el caso pasara –porque pasa, y más seguido de lo que la gente está
dispuesta a admitir-, tenía toda la vida para enamorarme de mi hija. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Empezaron las contracciones y la verdad todo bien
aguantable. Alberto al principio leía su libro porque la verdad la cosa estaba
"fácil". Era un muy gracioso ver la cara del doctor cada vez que
venía a ver lo de la dilatación, cada vez estaba más sorprendido; ni él se
creía que estuviera progresando...y eso me motivaba mucho a mí. Dilaté bastante
rápido tomando en cuenta las circunstancias en las que se inició el parto. Cuando
estaba por 7 centímetros de dilatación más o menos el doctor me dijo que si iba
a querer epidural ese era un buen momento porque así me ponían más oxitocina y
avanzábamos más rápido. Le dije que me deje pensarlo. Luego de un rato, ya
cuando las contracciones eran más fuertes y luego de que una de ellas me
agarrara echada de espaldas (¡nunca permitan que eso les pase!), me entró el
hartazgo repentino y pedí q me pongan la epidural (yo sentía q podía aguantar esos
dolores pero no estaba segura si hasta pasadas la 1am que según mis cálculos era
cuando estaría lista para parir, al final fue como dos horas menos). Mi razonamiento fue el siguiente: “yo quería
un parto no medicado y esto claramente NO es un parto no medicado así q al
diablo (ya que me la he pasado pegada a una bolsa de hormonas y sentada en una
pelota sin poder moverme todo la tarde)”. Igual, hasta ahora medio que me
arrepiento de haberme rendido y me mata la curiosidad de saber cómo se hubiera
sentido seguir sin anestesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez que me pusieron la epidural, yo esperaba q se me
fuera el dolor -digo, si ya me había rendido, al menos q no me duela- ¡pero no,
no se me fue el dolor! Y cuando me quejé, la anestesióloga dijo que no me lo
quería quitar todo porque ya faltaba muy poco para pujar y querían que sienta, que
lo único que buscaban era poder ponerme más oxitocina y que la anestesia mantenga
soportables las contracciones más fuertes que se venían. Por unos minutos la
odié pero luego lo entendí y le agradecí. </span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<!--[if !supportLineBreakNewLine]-->
<!--[endif]--><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para mi gran suerte, la enfermera obstétrica que nos tocó
-una señora simpatiquísima que, lamentablemente para mí, tenía la pésima
costumbre de hablarme en medio de las contracciones, que a veces hasta me hacía
preguntas (¡esperando una respuesta!) y que una vez hasta me quiso mover en
medio de una contracción- le ofreció a Réka que, si yo quería, ella podía evitar
que me hagan una episiotomía. En ese momento se volvió nuestra mejor amiga y ya hasta le perdoné que sea habladora. De hecho, al final fue ella la que recibió a
Giulia y no el doctor, que un acto de humildad que no se si verá muy seguido,
le cedió su lugar a la hora del parto y se dedicó a hacerme barra junto con
Alberto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A Giulia me la dieron inmediatamente por unos minutos, luego
me la quitaron para extraer la sangre del cordón umbilical para poder enviarla
al banco donde la hemos almacenado y se la llevaron un ratito para limpiarla. Luego
de eso se la dieron a Alberto que se las llevó a mis papás para que la conozcan
y después me la regresó y me la quedé todo el rato que duraron los
procedimientos “post parto”. Le di de lactar inmediatamente, todo casi exacto
como yo quería. Sí la quise cuando la vi...o al menos mi reacción fue darle
besos y decirle que yo era su mamá. Me queda claro que uno se enamora día a
día, no sé si fue amor a primera vista... Lo que si se es que ahora la quiero
más... inexpresablemente más.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<!--[if !supportLineBreakNewLine]-->
<!--[endif]--><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo terminó como a las 2am creo, cuando por fin me llevaron
a mi cuarto. Contra todo lo que yo había dicho, pedí que se llevarán a Giulia
porque necesitaba dormir. Por primera vez me sentí media mala madre –bien
triste, ni 3 horas de madre y ya con culpabilidad- pero la verdad en ese momento
más pensaba en mí que estaba despierta desde las 8:30 am y encima desvelada y,
sin comer. Igual no dormí bien, creo que estaba medio adrenalínica.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La verdad terminé bien contenta y orgullosa de mi misma. Pude sentir el
nacimiento de mi hija y así participar activamente en su salida. Alberto se
portó increíble, fue el mejor compañero de parto que hubiera podido tener.
Contra todos los pronósticos (míos, suyos y de su mamá), no se desmayó ni nada,
fue un gran apoyo en todo momento, tanto físico como moral (eso sí, no se animó
a cortar el cordón umbilical de Giulia porque estaba muy emocionado, temblando
y llorando conmigo luego de haberla visto por primera vez).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También contra todos los pronósticos, mantuve el buen humor
(con excepción de la parte de la epidural) y la sonrisa hasta el final. Réka y
Alberto no podían creer que hasta el último momento - cuando no estaba aguantando una contracción claro está- yo hacía bromas y me reía. De hecho,
justo antes de empezar a pujar, Réka me dijo "esto se va a poner peor
antes que se ponga mejor pero piensa que una vez que sale no vas a sentir este
dolor nunca más" y mi respuesta fue "no es verdad, si lo voy a sentir,
cuando tenga al segundo". Se rió y me dijo que soy la única que conoce que estando
a punto de pujar el primer hijo está ya pensando en el segundo. </span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo salió como salió porque tuve a la gente q tuve cerca. Si cambiábamos un
solo factor seguro el parto no salía tan bien. Por un lado, el médico que me
dio la oportunidad de tratar de dar a luz de forma natural (de hecho al día
siguiente cuando pasó por mi cuarto y le agradecí por todo, me dijo que lo más
fácil hubiera sido operarme y que de hecho ya hasta habían tenido lista la sala
de operaciones pero que le parecía que lo justo era darme la oportunidad de
tener el parto que yo quería y que la única razón por la que había funcionado
era porque yo era una optimista). Por el otro, la enfermera obstétrica que
ofreció ahorrarme la episiotomía; la anestesióloga que puso la anestesia justa para
que pudiera sentir la necesidad de pujar y así ser 100% participativa; y Réka
que ayudó de traductora, que fue un apoyo moral invaluable, que llevó sus velas
para volver la atmósfera más íntima y menos “hospital” (¡apagó la luz del
cuarto y todo!, yo pensé q cuando entrara el doctor nos iba a gritar pero no,
llego y dijo "!qué lindo ambiente!") y su hervidor para ponerme paños
calientes en la espalda y en la panza en cada contracción (ella y Alberto, uno
adelante y el otro atrás... gran ayuda el calor por cierto, con razón la tina
de agua tibia es tan popular).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También tuve suerte de que todo progresara a pesar de las pocas probabilidades
que se supone tenía. No se sí fue coincidencia pero desde la semana 36 yo venía
tomando unas “pastillas” homeopáticas que me había recomendado una enfermera obstétrica
y que servían para que, en el momento del trabajo de parto, las contracciones
sean "de las buenas", o sea de las que en verdad dilatan y no sólo
duelen... Quizás eso ayudó, no lo sé, pero de seguro las volvería a tomar. Además,
Giulia, aunque nunca encajó, venía en la posición perfecta. Fueron muchos los
factores y creo que todos contribuyeron a que mi parto fuera una experiencia
positivamente inolvidable, que repetiría sin dudarlo (la próxima, si se puede, ahora si no medicalizado a ver qué tal nos va), el corolario perfecto
para un embarazo perfecto.</div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><div style="text-align: justify;">
Así que esa fue la historia, mi historia, la historia de la espera y llegada de
Giulia. Gracias a los que la siguieron conmigo.</div>
<o:p></o:p></span><br />
<br />
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-33955515805470757252013-08-22T13:39:00.001-07:002013-08-22T13:39:09.992-07:00La espera (y la gente) que desespera. (Más vale tarde que nunca)<div class="MsoNormal">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace exactamente ocho meses y una
semana llegó Giulia a este mundo y hace más de siete meses que no escribo
ningún post. Los motivos de la “para” han sido varios y diversos: por un lado
me quedé sin computadora (larga y triste historia), por el otro me ganó el
parto y luego, ya con Giulia acá, me ganó el tiempo (y me faltó inspiración).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De hecho este post lo empecé a
escribir el 15 de diciembre de 2012 en la madrugada, en un momento de insomnio
(y de cólera, debo admitir…y ese era (es) justo el motivo del post) y en la
computadora de mi mamá (porque ya la mía la había llevado a reparar), con la
idea de poder capturar lo que sentía en ese momento, cuando mi fecha de parto
ya se había pasado y todo el mundo –menos yo- estaba desesperado porque llegue
Giulia. Felizmente, mientras empezaba a escribir esa madrugada, una voz
interior muy sabia me dijo “mejor para que si resulta que das a luz más tarde
vas a estar muerta para el trabajo de parto” y, muy obediente yo, apagué la
computadora. Ese mismo día di a luz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde ese día, y a partir del
quinto mes de Giulia, he tratado de escribir este post al menos 5 veces. No pude.
No quedaba como quería, no lograba transmitir lo que sentí en esas últimas
semanas de lo que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy vuelvo a tratar y espero –esta
vez si- poder resucitar mis emociones de esos días luego de pasada mi fecha
prevista de parto (felizmente tengo algunos mails que me van a ayudar a
recordar) para así poder terminar, con este post y uno más, el recuento de esta
espera tan maravillosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por alguna extraña razón que
todavía no he investigado, Perú es el único lugar donde se dice que las
primerizas “se adelantan”, o sea, que paren antes de tiempo (en el resto del
mundo se dice -y las estadísticas más recientes lo corroboran- que las mujeres
embarazadas de su primer hijo se atrasan en dar a luz). Por eso, desde que pasa
la semana 37 que es cuando el bebé ya está “listo” (léase, ya no sería
prematuro) uno como que empieza a sentir que “ya, en cualquier momento es” y
como que espera que algo pase… Pues en mi caso no pasó mucho, no dilaté, no
tuve contracciones (ni de verdad, ni de mentira ni de ningún tipo), no se
encajó la bebe, no se posicionó el cuello del útero, nada… sólo se me cayó el
tapón (pero eso es algo que puede suceder el día anterior al parto o semanas
antes, de hecho, a mí se me cayó dos veces antes de dar a luz).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ya me habían dicho varias
personas que una de las cosas que generan más ansia en la última etapa del
embarazo (además de los dolores de todo y el hartazgo generalizado, ambas cosas
que nunca sentí felizmente) era el constante “¿ya?”, “¿qué, sigues embarazada?,
“¿todavía no das a luz?”, etc. Felizmente, en mi caso no fue así. En medio de
todo, fueron pocos los comentarios y los que tuve no me fastidiaron. La mayoría
fueron simpáticos y casi siempre los consideré hasta piropos porque venían
acompañados de gestos de sorpresa por mi buen estado físico y de ánimo. Ya
hasta habían apuestas sobre qué día llegaría Giulia (de hecho, hasta ahora le
debo un helado a la ganadora, mi doula, que decidió basarse en las estadísticas
más recientes y apostar porque Giulia nacía a la semana 40 más 5 días). Por
otro lado, la gente que me veía en persona normalmente no podía creer que me
faltara tan poco para dar a luz o que estuviera en un bar un día antes de mi
supuesta fecha de parto, bien suelta de huesos. O sea que por ese lado, pasamos
piola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una cosa que si me daba un poco
de cólera eran las afirmaciones (principalmente provenientes de las más
antiguas generaciones limeñas que obviamente estaban convencidas que me tenía
que adelantar) que decían que mi doctor se había “equivocado” en calcular la
fecha de parto porque “NO PODÍA SER” que todavía no hubiese parido y que no
sintiera ni media contracción. Al principio me mataba diciéndoles -o diciéndole
a mi mamá que les diga- que no se habían equivocado nada y que es lo normal y
todo el demás discurso. Al final ya me daba más risa que cólera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si me preguntaran qué fue lo peor
de la espera de las últimas semanas, diría que en cuanto al embarazo en sí
mismo, casi nada. Tuve la suerte de estar 100% operativa hasta el final. Caminé
como loca hasta el último día (quizás por eso el caminar no tenía ningún efecto
en iniciar el trabajo de parto, porque lo había hecho durante todo el embarazo),
podía comer de todo (en las noches si me cuidaba para no estar tan pesada),
nunca anduve como pato (justamente porque Giulia nunca encajó), en verdad,
hubiera podido seguir embarazada un buen rato más. Lo único que si fue un poco
fastidioso fue tener que ir TODOS los días al consultorio a que me chequeen y
tener que recibir hierro intravenoso porque a mi nuevo doctor (¡ah si, olvidé
mencionar que cambié de doctor en la semana 38!) si le importaba que mi nivel
de hierro fuera alto como antes del embarazo (yo sabía que no era necesario –a mi
anterior doctor no le importaba- que fuese así, pero como el doctor aceptó
varios de mis pedidos para el momento del parto, no me molestó el tema del
hierro…no se pueden ganar todas las batallas). Lo del hierro si causó molestias
físicas que me hubiera gustado ahorrarme y que no voy a detallar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hubo un momento en que si
colapsé, creo que fue justamente el día antes de dar a luz y fue justo ese
colapso el que motivó que iniciara a escribir este post esa madrugada. Por un
lado, tenía a todo el mundo queriendo que Giulia llegue, a Alberto que todos
los días preguntaba en las mañanas y en cada llamada “¿ya?” (las preguntas de
Alberto no me estresaban, entendía perfectamente su emoción/desesperación). Por
otro lado, me tenía a mí que, aunque no estaba desesperada aún, si estaba
pendiente de “sentir” (como si uno tuviera que estar pendiente para sentir las
contracciones…son bastante claras la verdad…pero en ese momento, no sabía si
las iba a saber reconocer). Encima, estaba teniendo preocupaciones y motivos de
estrés que no tendría por qué haber tenido. En ese momento, lo único en lo que
tendría que haber estado pensando es en mí y en estar tranquila. Sin embargo,
no era mi caso, motivos externos me estaban haciendo plantearme una inducción
que yo no quería, sólo para que el parto no se siga atrasando. Además, acá como
en la mayoría de países (por lo que escucho de mis amigas) te ponen como límite
la semana 41 para dar a luz y eso también es un generador de estrés porque
muchas inducciones terminan en cesáreas que en otras circunstancias no hubieran
sido necesarias (más aún en mi caso que, como ya dije, no había hecho mucho
progreso con la dilatación ni con nada) y yo no quería eso así que, aunque
estaba feliz y muy cómoda con mi panza, de alguna manera, uno empieza a querer
dar a luz, sólo para evitarse una inducción que pueda terminar en la sala de
operaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estando así las cosas, ese día,
saliendo del hospital de mi chequeo diario (esa vez fui sola porque luego tenía
un desayuno con unas amigas), me eché a llorar y caminé y caminé (a ver si de
paso la caminata ayudaba) en el frío hasta que se me pasara. Además de todo lo
que me estresaba, en ese momento ya el sólo hecho de ir al hospital me deprimía
(y eso esto era medio irracional pero así lo sentía) porque nunca cambiaba nada,
siempre mi cuello del útero estaba igual -aunque yo sabía que eso no significa
nada y q igual podía dar a luz de un momento a otro-, siempre el monitor
marcaba que no habían contracciones…como que psicológicamente empezaba a
necesitar ver que algo se estaba moviendo. Para remate, habíamos llegado al
punto en que yo era la única embarazada que iba todos los días al hospital. Hasta
unos días antes eran varias mujeres las que siempre estaban y, aunque no las
conocía y tampoco les había hablado, ya las reconocía. Pero ese día, ya no
había ninguna, sólo quedaba yo, todas habían ya dado a luz (¡cuatro de ellas el
12.12.12, qué coincidencia!) y eso me estresó más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: medium; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: normal; margin: 0px; orphans: auto; text-align: start; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: auto; word-spacing: 0px;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: medium; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 13.5pt; margin: 0px 0px 0.0001pt; orphans: auto; text-align: justify; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: auto; word-spacing: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, por ratos me preguntaba si no estaba siendo irracional estresándome por la inducción que no quería. Me ponía a pensar que hasta hacía seis meses antes de parir no sabía nada de todo lo que sabía en ese momento ni me importaba tanto lo de las inducciones, episiotomías, epidurales y demás. Me decía “si no me importaba antes debería ya mandar todo al cacho y pedir que me induzcan y ya”, pero luego pensaba que no, que todo lo que quería en ese momento –un parto natural, no medicalizado salvo que fuera realmente necesario- era el resultado de todo un proceso de aprendizaje y de un camino todo mío de varios meses que no tenía por qué dejar de lado. Tenía que ser Giulia y/o la naturaleza, la que decidiera cómo y cuándo iba a convertirme finalmente en mamá y no yo tomando decisiones que no quería solamente motivada por el estrés de factores externos, que nada tenían que ver con el embarazo en sí mismo. Y así fue… y estoy feliz de que así fuera aunque, como era de esperarse, no todo pasara exactamente como lo planeé…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 13.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 13.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-15447730718204455432012-11-21T03:14:00.000-08:002012-11-21T03:14:05.589-08:00Mi último fin de semana sola<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muchos de ustedes vieron que posteé en mi
estado de facebook que estaba emocionada con mi último fin de semana sola. Y
cuando dije sola me refería a SOLA, sola sin Alberto, sola sin mis papás, sola
sin Giulia, bien y felizmente SOLA, sólo conmigo, como quien dice, “</span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">me, myself & I</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">” (a ver, tenía a mis
amigos acá per yo quería estar SOLA y estaba feliz con la idea).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo se que a algunos les parecerá rara o
exagerada tanta emoción y creerán que soy mala por estar tan contenta de que mi
esposo se vaya de viaje y de no tener todavía a mi hija, sobre todo tomando en
cuenta que seguro hay muchas mujeres que a estas alturas de su embarazo sienten
–aunque estoy segura que muchas sólo lo dicen pero en verdad no lo sienten tanto- que ya no pueden más por
conocer a sus bebés y que no ven la hora de tenerlos/as con ellas. Pues yo lo
digo bien orgullosa: estaba contenta de estar sola, estaba contenta de poder
tener ese último fin de semana para mi, estaba contenta de poder hacer todo el
día lo que quiera sin hablar con nadie si no quería (ojo, no es que con Alberto
acá no pueda hacer lo que quiera, sobre todo los días de semana que estoy sola
todo el día, pero es diferente, este era MI fin de semana). Estaba feliz de
poder tener esos días para mi, aunque no hiciera nada especial con ellos (como
de hecho fue, me dediqué a comprar las cosas que faltaban para Giulia).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, aunque para muchos no sea un
gran evento, como ya lo he dicho antes, para mí el estar sola es un hábito, una
costumbre –que además aprecio- y que como todo hábito o costumbre, cuesta
romper…y yo la voy a tener que romper de “zopetón” el día que Giulia decida
hacer su esperada aparición. Así que si, para mí, este fin de semana era un
GRAN EVENTO (como se dice en inglés, un “<i>big
deal</i>” -perdonen la “gringada/huachafada” pero es que así se expresa mejor). </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y no me malentiendan, yo se que la vida con
Giulia será aún más linda, que si ahora mi vida es feliz y maravillosa (porque
de verdad la considero así, no perfecta, pero si muy feliz y maravillosa, una
vida en la que no me arrepiento de las decisiones tomadas y los caminos
elegidos aunque con ellos haya hecho sacrificios y a veces vea las cosas
dejadas en el camino con nostalgia), con Giulia será MÁS FELIZ Y MARAVILLOSA,
pero como por ahora conozco sólo “feliz y maravilloso”, quiero disfrutarlo
hasta el final.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y lo quiero disfrutar porque ahora que cada vez
se acerca más la fecha, y la verdad ahora si siento que se acerca, no sé si es
por la certeza de estar ya en la semana 38 (y que mi aplicación del Ipod dice “<i>19 days to go</i>” y que, sea como sea, de
la semana 41 no voy a pasar), si es por un tipo de corazonada –ya sabemos todos
que mi sexto sentido no es muy acertado que digamos-, o porque ahora voy al
médico hasta dos veces por semana y me conectan a un monitor cada vez; tengo frecuentemente
esta sensación de que muchas de las cosas que hago son mis “últimas” (mi última
ida al cine sola –fui a ver Twilight porque seguro nadie iba querer ir conmigo
igual; mi último paseo fuera de la ciudad –que no llegué a hacer pero mientras tenía
que decidir si ir o no, aunque sabía que era mejor no ir, sentía una angustia
porque era el último, y así con varias cosas) y me entra el miedo, el miedo de
extrañar todos estos “últimos”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y no sólo es de extrañar esas “últimas” cosas
que me da miedo. Como ya había contado, el final del embarazo me ha vuelto más
emocional que el inicio (aunque debo decir que parece que lo peor ya pasó, creo
que fue la semana 36 la del pico hormonal, por varios días sentí que estaba al
borde de las lágrimas constantemente…) y lo que más me entró creo (y digo creo
porque sigo sin estar 100% segura que esa sea la única razón por la que me
sentía tan llorona o si mi personalidad racional ha decidido que esa sea LA
razón porque NECESITO tener una razón…ya sabemos que la excusa de “son las
hormonas” no nos satisface mucho ni a mí ni a mi cerebro) fue el miedo a no
saber qué hacer cuando nazca Giulia. Miedo a las cosas menos importantes en
verdad (no vale burlarse), no al momento en que llore y no saber por qué o a
que se enferme y no saber qué hacer (eso ni lo había pensando y ahora que lo
pienso, tendría más sentido tenerle miedo a eso…es más ¡qué miedo!) sino a
miedo a vestirla mucho y que se achicharre o a vestirla poco y que se congele
(este miedo es propio del hecho de que la pobre nace en pleno invierno), miedo
a no saber cambiarla (y encima, ¡mi mamá que es la que viene a ayudarnos y
enseñarnos no ha cambiado un bebe en los últimos 30 años! ¡Es más, se acaba de
enterar que ya no se usa talco sino estas cremas como Desitín en los pañales!),
miedo a que la mamá relajada que según yo quiero ser, se convierta en un monstruo
aprehensivo que no sea capaz de dejar a su hija ni un segundo sola porque no
confíe en nadie (ni en el padre) o que no sepa darme cuenta que ya es momento de
sacarme la leche para poder dejarla con su biberón, miedo a que en vez de
querer andar de callejera por la vida como normalmente hago, me den ganas de
estar encerrada por la flojera de tener que salir en invierno con todo un
cargamento y mi pobre hija vestida como astronauta (aunque la ropa de
astronauta la tiene y linda) o a volverme una traumada de los gérmenes y bichos
cuando en realidad yo soy de la opinión que un poco de bacterias le hacen bien
a todos (de hecho no he comprado ni esterilizador con esta teoría). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No sé, miedo a al final no ser como me gustaría
ser como mamá (como verán, la confianza que según yo le tenía a mi instinto,
como dije en uno de los primeros post se fue al cacho): una mamá con una hija
que se adapta a todo, que en el avión se la puedo “prestar” al vecino desconocido
sin que ella llore si tengo que buscar algo en el maletín (nos ha pasado que
nos han “prestado” bebes así y nos pareció lo máximo), que deja que todo el
mundo la cargue, una mamá con una hija que si bien tiene horarios y estructuras
también puede romper con ellos de vez en cuando y bueno pues, si un día no hay
para que coma papilla hecha en casa en la calle a la hora que le toca, no hay
que correr de regreso sino que se come un pan y ya, en conclusión, una mamá
fácil, con una hija fácil (claro que esto también va a depender de su carácter),
que se la cuelga encima (ya me compré mi tela gigante para ponerme a Giulia y
estoy practicando con un peluche…es de lo que más me emocionaba de las cosas
que comprar) y sigue su vida feliz sin hacerse bolas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y bueno, por esos y muchos más miedos quería
aprovechar este último fin de semana en que era yo y sólo yo, con miedos y todo
pero aún sin la necesidad de enfrentarlos cara a cara (ni de cambiarle pañales).
Si hay algo que me tranquiliza es que creo que la mamá que quiero ser se parece
bastante a la mujer que normalmente soy (sólo que con “yapa”) y que he sido en
los últimos tiempos y que creo que con todo y mis miedos (muy usuales ellos por
cierto, según leo) creo que tengo altas probabilidades de salir airosa luego de
un –espero breve- periodo de adaptación. Y para terminar, sólo quería que
conste, que aunque me encantó estar sola y casi no respondí ni llamadas ni
mensajes de texto (¡perdón!), contra todo pronóstico, extrañé a Alberto.</span><o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-85995433418382658672012-11-20T06:17:00.000-08:002012-11-20T06:17:02.818-08:00Aprendiendo a pedir ayuda…<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La llegada
de Giulia no sólo va a implicar muchos cambios en nuestra vida, en nuestra
rutina, en nuestros horarios de sueño, y en mil cosas más. También va a
implicar algunos cambios en nosotros como personas (al menos en mí, seguro).Estoy
segura que el sólo el hecho de traer al mundo una vida me va a hacer de por sí
una persona diferente. Pero eso no será todo. Seguro van a haber (y tener que
haber) muchos cambios más. </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Uno de estos
cambios, es más que nada un reto: y es el de aprender a pedir ayuda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Suena bien
fácil eso de pedir ayuda, ¿no? De hecho es una suerte que no todo el mundo
tiene: el tener a quien pedirle ayuda. Muchas personas, en circunstancias difíciles,
simplemente no tienen a quien acudir. Yo, sin embargo, a pesar de estar lejos
de mi casa, de mi familia, de mis amigos históricos, de la gente a la que uno
naturalmente pediría ayuda, tengo la gran fortuna de estar rodeada de personas
que sin conocerme tanto (o tanto tiempo) –algunas- no hacen más que ofrecerme una
mano cada vez que me ven. Desde
ofrecerse a llevarme a cualquier lado si ya no quiero caminar, o a traerme
cosas que me quieren prestar/regalar para la bebe, o de venir a buscarme para
llevarme al hospital en caso de emergencia o de cuidar a Giulia cuando yo
quiera ir a darme una vuelta. Una vez más, no me queda más que agradecer la
suerte que tengo de haberme encontrado con toda esta gente maravillosa que,
como yo, creen que la amistad más allá de la distancia, del tiempo y que quiere
“invertir” su cariño en personas como nosotros, que muy probablemente no estemos
por estos lares tanto tiempo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El problema
para mí no es tener la ayuda, es aprender a pedirla o aceptarla. Desde siempre
(creo, o desde que me acuerdo, lo cual podría significar que desde que soy
adulta porque mi memoria “pre adultez” deja mucho que desear) he sido bastante
independiente. Siempre me ha gustado hacer mis cosas sola, desde ir al médico (cosa
que a mi mamá no la hacía muy feliz) hasta cosas sencillas como querer ponerme
el abrigo cogiendo mi cartera (y los guantes, el gorro y la chalina) entre los
dientes cuando tengo a Alberto al lado que tranquilamente podría sostenerla (y
comprenderán que a él esto no lo hace tan feliz…siempre se queja de que no le
pido ayuda). Y como estos, muchos ejemplos de mi afán completamente innecesario
e irracional de dármela de autosuficiente con cosas que en verdad no tienen ningún
sentido sólo por no “molestar” al resto, resto al que definitivamente no
estaría molestando (cosa que se por cierto porque yo en el lugar de ellos
estaría feliz de ayudar también).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero claro,
ahora la cosa va a ser diferente… supongo. En todos los libros, blogs, páginas
web, etc. que leo sobre bebes y las primera semanas de maternidad, los consejos
más recurrentes son “PIDE AYUDA, dedícate SÓLO y EXCLUSIVAMENTE a dar de lactar
(si quieres dar lactancia exclusiva y prolongada como quiero hacer yo) que con
eso ya tienes para todo el día”, “que alguien más se encargue de las cosas de
la casa” (para que puedas dormir cuando el bebe duerme), “que se acumulen las “bolas
de polvo” y la ropa sucia”, “cocina anticipadamente y congela”, “ten a la mano
números de restaurantes y supermercados que hacen entrega a domicilio”, “las
primeras 6 semanas son de sobrevivencia, la meta es resistir con tu salud
mental intacta”, etc. Aunque a mí me suena un poco extremo, si todo el mundo lo
dice/escribe, algo de cierto tendrá que haber, ¿no? Y aunque felizmente tendremos
a mi mamá con nosotros para ayudarnos, tampoco es que la tendremos para siempre
(como además es justo que sea), ni que viva a cuatro cuadras como para que
venga a ayudarme cada vez que esté al borde del colapso (cosa que seguro sucederá
de vez en cuando). Alberto estará también conmigo (probablemente tome su
permiso post natal cuando mis papás se vayan) pero también tiene que volver a trabajar
en algún momento y empezará a viajar como siempre…y ahí si seremos Giulia y yo.
Será ahí cuando empiece el reto… ¿me atreveré a pedir ayuda? ¿Venceré mi
autosuficiencia empedernida? Esperemos que si… por lo pronto prometo hacer el
esfuerzo de tratar de hacerlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-3909259865948641792012-11-07T11:01:00.000-08:002012-11-07T11:01:33.322-08:00Evolucionando.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Más de un par de meses ha pasado desde que
escribí diciendo que no quería dar a luz. Bueno, sigo sin querer dar a luz (al
menos no mañana). Eso no quiere decir que las cosas no hayan cambiado en estos
meses. Si han cambiado y bastante.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para empezar, Giulia está casi “lista”. El
domingo cumplí oficialmente 8 meses (35 semanas), lo que significa que en menos
de dos semanas Giulia podría nacer y no ser ya una bebé prematura. Hoy tuve mi
última clase prenatal, he retomado el yoga con fuerza (lo tuve que suspender
por unas semanas porque se cruzaba con mis clases prenatales y con otras cosas)
y el fin de semana subsiguiente tendremos nuestra clase de pareja donde Alberto
entenderá mejor cuál es su función el día del parto (él no ha podido ir conmigo
a las clases prenatales porque no tuvieron mejor idea que hacerlas en la mañana
en días de semana…pero yo le cuento siempre las cosas que he aprendido y le enseño los videos que nos han puesto). O
sea que la parte física podríamos decir que está.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En cuanto a la parte logística, también estamos
casi listos, ya tenemos el coche, ya hice mis famosos pompones y ya compramos
el mueblecito que va en el cuarto de Giulia, que me dispuse a armar el lunes en
la tarde (¡me encanta armar cosas!) ¡y por el cual mi pobre espalda sigue pagando
las consecuencias! O sea que el cuarto está listo (o estará mañana que
nuevamente agarre fuerzas para guardar las cosas que todavía tengo en
organizadores gigantes). Ropita tenemos mucha gracias a los regalos y herencias
de tantos amigos de todo el mundo (este embarazo nos ha hecho darnos aún más
cuenta o, en todo caso, recordar, que la verdadera amistad no tiene que ver con
tiempo de conocerse ni con distancia, sólo con cariño y voluntad de crear y
mantener lazos fuertes a pesar de todo), ya está lavada y planchada y
categorizada por edades para tener más claro en qué orden usarla (y espero me
de tiempo de usarla TODA porque toda es LINDA). Mi lista de cosas por comprar
está casi casi terminada y lo que falta espero terminar de comprarlo en la
semana o a más tardar la próxima pero digamos que si Giulia llega mañana, estamos
logísticamente listos (¡¡salvo por los pañales que Alberto tendría que ir a
comprar corriendo antes de nuestro regreso de la clínica!!).</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sobre cómo me siento físicamente, es
cierto lo que dicen, nada como el segundo trimestre. Ya volvieron algunas de
las molestias de las que me había “deshecho” (como indigestarme más
rápidamente) y han aparecido algunas que no tenía (como tener días en los que
tengo que caminar muy lento, o no poder dormir bien algunas noches o, como hoy,
sentir que Giulia me está apretando los pulmones y que me falta el aire), pero
aún nada tan grave como para llegar al punto de querer que “me saquen a esta
niña de adentro”. Todavía me siento feliz con mi panza, cómoda con mi cuerpo y,
aunque más cansada, aún encantada con todo el proceso que si pues, incluye
algunas molestias, pero aún con ellas no me cambiaría por nadie en este
momento. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-zRoqUOYLV2k/UJqvQvMn6zI/AAAAAAAALHM/e36Y7_XqoS8/s1600/DSC_0101long35Weeks.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="134" src="http://4.bp.blogspot.com/-zRoqUOYLV2k/UJqvQvMn6zI/AAAAAAAALHM/e36Y7_XqoS8/s320/DSC_0101long35Weeks.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Respecto a las hormonas, debo reportar que en
esta última parte del embarazo estoy bastante más hormonal que antes. Lo que a
muchas mujeres les pasa al principio, a mi me ha pasado más bien al final.
Lloro con mucha facilidad. No es que llore sin motivo, no es que de un momento
a otro me vengan ganas de llorar o que esté en una montaña rusa de emociones y
que tenga cambios de humor repentinos es simplemente que a la más mínima provocación
lloro. Y lo odio. Lo odio porque yo no suelo ser así, lo odio porque siento que
me hace ver irracional y que mis argumentos pierden peso cuando hay lágrimas de
por medio. Por otro lado me gusta en el sentido que es liberador, que en ese
momento, por alguna razón, sólo siento la necesidad de llorar y que llorar casi
sin control se siente bien. El lado amable es que siempre puedo reconocer la
causa de mi llanto. Como dije, no es que sea un llanto inmotivado, es sólo un
llanto exagerado, por cosas que normalmente no lloraría. Pero a mi parte
racional (que es la mayor parte en mi) le consuela saber que hay una razón,
aunque esa razón no sea proporcional al llanto que genera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Emocionalmente no se si estoy lista para la
llegada de Giulia, creo que si, o por lo menos estoy cada vez más cerca de
estarlo. O sea, como ya he dicho antes, voy
por el camino justo de estar todo lo lista que se puede estar para un cambio
como este. Es cierto, todavía me da un poco de flojera el hecho de pensar en
las primeras semanas de lactancia cada 2 o 3 horas y en que seguro andaré muerta
porque no dormiré tanto pero, para ser sincera, no veo la hora de tener a
Giulia conmigo y poder darle de lactar. Es más, aunque no lo crean, aunque no
quiero que pase mañana, le tengo muchas ganas al parto también. Me muero por
vivir la experiencia, por pasar por el proceso de traer a Giulia al mundo y si,
de hacerlo yo sola (es decir sin ayuda de intervenciones médicas como hormonas artificiales)
y si es posible 100% natural (léase sin epidural). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Parte de mi evolución de los últimos meses ha
tenido que ver mucho con mi forma de ver el parto y la lactancia. Nunca me
cansé de decir en mis post anteriores que estoy maravillada con la naturaleza,
con el proceso por el que atraviesa el cuerpo cada día y los cambios que, desde
fuera, uno puede ver en todo momento. Pero la verdad es que mi sorpresa o mi
admiración por la naturaleza va, cada vez más, mucho más allá de los cambios
que he experimentado yo misma. Mi admiración ahora (y seguro cada día será aún
más) es mucho más general y me ha hecho cambiar muchísimo la idea que tenía de
lo que quería que fuera mi parto, de lo que yo creía era o debía ser un parto y
también de la lactancia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta hace unos meses (y desde antes de salir
embarazada), yo quería un parto natural porque – decía yo- por algo se llama
natural, porque es la forma que la naturaleza ha establecido que deben nacer
los niños. Lo quería con epidural porque
–decía yo también- para qué sufrir si puedo tener un parto sin dolor. Quería
dar de lactar porque sabía (por algo de cultura general no porque hubiese leído
del tema) que no existe fórmula que pueda competir con la leche materna y
porque es claramente lo mejor para el bebe (una vez más, es lo más natural, es
la forma que la naturaleza tiene prevista para que los mamíferos alimenten a
sus crías).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy quiero casi lo mismo (a excepción del “pequeñísimo”
detalle de que no quiero la epidural o por lo menos quiero tratar, siempre se puede cambiar la decisión en el camino) pero por muy
diferentes razones o, mejor dicho, por muchísimas más razones que no voy a entrar
a explicar porque sería larguísimo. Hoy, luego de meses de clases de yoga
prenatal, de clases prenatales, de haberme cruzado en el camino con distintos
tipos de personas, así como con doulas y parteras, de haber aprendido sobre todas
las demás opciones (que estoy segura no hubiera llegado a saber en otras circunstancias)
creo que tengo la suficiente información como para ahora tomar decisiones que
antes había “tomado” por haber oído cosas o por “instinto”. Hoy me siento
segura de las opciones que estoy eligiendo para tener el parto que quiero (esto
no quiere decir que no tenga la mente abierta y el claro entendimiento de que
lo más probable es que las cosas no salgan exactamente como yo espero, que un
parto es, o puede ser, bastante “impredecible” pero por lo menos se cuáles son
las cosas que, dentro de lo que se pueda, haré lo posible –e imposible- por
hacer respetar en el hospital.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra cosa que si ha cambiado en estos meses…en
realidad, ha cambiado en las últimas semanas, incluso días, es que ahora si le tengo
miedo al parto. Pero no al parto en sí mismo. El proceso lo quiero pasar, la
experiencia la quiero vivir. A lo que le tengo miedo es a mí. A mi reacción en
la situación, a la persona en la que me
convertiré en el proceso, en el trance. No se qué persona seré en ese momento,
no sé si voy a querer que me toquen o si voy a querer que me dejen sola, no sé
si voy a poder hacer las cosas que he aprendido en mis clases o si me voy a
bloquear de susto. No conozco a la Moci de ese día… y me preocupa. Tengo miedo
a ser yo misma la que boicotee la experiencia que quiero. A no “dejarme ir” -
como intelectualmente sé que tengo que hacer para que el parto sea como yo
quiero. A que mi cerebro (que suele ser bien terco) no se apague y le impida al
resto de mi cuerpo hacer lo que tiene que hacer para que Giulia llegue al mundo.
Con este miedo lidiaré en las semanas que vienen y no me queda más que
simplemente seguir preparando a mi mente para ese día… Lo bueno es que es un
miedo “bonito”, es un miedo que tiene una fecha de vencimiento y que luego de
enfrentado seré una persona diferente… ¡y que para cuando haya pasado tendré a
Giulia conmigo!</span> <o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-81661256409882504862012-11-02T11:02:00.000-07:002012-11-02T11:02:07.018-07:00No quiero ser sólo la mamá de Giulia<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra vez ha pasado mucho tiempo desde la última
vez que escribí. La verdad a veces yo misma me sorprendo de cómo se me pasa el
tiempo y cómo no logro encontrar un momento para sentarme a poner en papel las
cosas que voy pensando cada día (¡porque tiempo para pensar felizmente si
tengo!), mejor dicho, poner en Word, porque en papel lo pongo, en pequeños </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">post its</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> que tengo pegados en mi agenda
para no olvidarme las cosas que no quiero dejar de compartir. Lo más curioso
del asunto (y que no deja de sorprendernos tanto a mi como a Alberto) es que
vivo ocupadísima, todo el día haciendo cosas, ¡y no trabajo!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El asunto con no trabajar -situación que no fue
tanto mi directa elección sino más bien una consecuencia de otras decisiones
previas, y de la que no me arrepiento si no, por el contrario, agradezco porque
me va a permitir el privilegio de criar a mi hija a tiempo completo, es que
trae ciertos “riesgos”. Como todo en la vida, el no trabajar, aún siendo un
lujo, también tiene sus “problemas”. Por un lado está la eventual crisis (no)
laboral (cada vez menos frecuente debo admitir) de “quiero trabajar”, “extraño
el estrés de una oficina”, “hasta hace 4 años era una abogada corporativa (y
hasta hace 2.5 una mujer trabajadora) con dinero propio y ahora no”, “tanto
estudiar y ahora preocupada en cosas domésticas que hace unos años me hubieran
dado risa”, etc. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro está el riesgo de perder la
perspectiva sobre lo <i>sui generis</i> y
privilegiada de mi situación y de empezarme a creer que todo lo mucho o poco
que hago ahora no lo podría hacer si trabajara cuando en realidad es lo que la
mayoría de mujeres hace todos los días en todos lados del mundo (me refiero a
las cosas “administrativas/importantes” que hago, obviamente, las cosas “sociales”
y demás actividades y clases a las que me meto sólo las hago porque no trabajo
y justamente porque no trabajo). Ya me ha pasado que me han preguntado “imagínate
si hubieras podido hacer todo las cosas para la bebe si trabajaras”. ¡Claro que
lo hubiera podido hacer! ¡Es lo que hacen todas las demás mujeres! ¡Es lo que
han hecho todas mis amigas! Claro, seguramente hubiera sido un poco más
complicado tomando en cuenta que no vivo en mi ciudad y que me cuesta más
enterarme dónde se encuentran o venden determinadas cosas y si, seguro le
hubiera dedicado menos tiempo a las cosas de la bebe (cosa que no
necesariamente hubiera sido malo), pero de que lo hubiera podido hacer todo, lo
hubiera hecho y Giulia hubiera tenido las mimas cosas que va a tener cuando
llegue.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También está el tema de enfocarme mucho en
cosas que en otras circunstancias ocuparían un porcentaje menor de mi tiempo. Y
esta es la parte que me ha estado preocupando más últimamente. Aunque tengo
muchas actividades diferentes, actividades que, además, me he esforzado en
buscar para mi, en las que me he involucrado precisamente para crearme una vida
rica y llena de cosas distintas ahora que no trabajo, con las que intento
sacarle provecho al hecho de que puedo elegir con qué llenar mi tiempo y en que
puedo invertirlo en cosas que de verdad me interesan (muchas son esas cosas que
uno siempre quiso hacer pero que por falta de tiempo quizás no hace), cuando
llega algo importante (¡y qué más importante que un embarazo!), si bien sigo
con todo lo demás, este nuevo evento monopoliza mi tiempo, mi interés y, sobre
todo –y esta es la parte que me preocupa- mi atención (y, como consecuencia,
muchas veces mi tema de conversación). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo entiendo que es algo normal, que esto le
pasa a todo el mundo y que algo tan novedoso como estar embarazada y tener un
hijo es motivo más que suficiente para “zambullirse” en el tema, especialmente
en el caso de mujeres como yo que nos gusta leer todo, enterarnos de todo (y
que no sabíamos NADA o muy poco antes de que nos tocara a nosotras). Pero el que lo entienda no hace que deje de
preocuparme. ¿Cuántas veces no me he quejado yo, antes de tener el más mínimo
interés en ser madre, de las mujeres que sólo hablaban de sus hijos? Yo no
quiero ser una de ellas. Y estoy empezando a creer que quizás ellas tampoco
querían, que no eran o son así de manera consciente/voluntaria. Y lo preocupante es que veo MUY fácil el
riesgo de convertirme en una (porque desde ya me cuesta mucho no hablar del
embarazo todo el tiempo y no contarle a todo el mundo todas las cosas que he
ido aprendiendo en estos meses). Es que claro,¿ qué más interesante que todo
este mundo nuevo de la maternidad y de los niños para alguien que, como yo, lo
está descubriendo todo por primera vez? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y aunque todavía no me he rodeado de muchas
madres ni he sido testigo de primera mano de las interacciones entre madres de
niños pequeños, ya algunas amigas mías que también son primerizas me han
contado medio espantadas de experiencias con otras mamás que yo no quiero que
me pasen. Yo no quiero estar tan centrada en Giulia que todas mis alegrías y
logros dependan sólo de los de ella (que si levantó el cuello a los 2 meses y
no a los 3, que si se rió antes que los demás, que si gateó primero o se paró
antes) y que luego estos logros sean motivos de comparaciones y conflictos con
otras mamás. Conozco mujeres que incluso han dejado de frecuentar a otras mamás
(algunas que incluso eran amigas muy cercanas a ellas antes de tener sus propios
bebes) sólo para no tener que escuchar comentarios “criticones” (“¿estás segura
que tienes suficiente leche? A mi me
parece que tu hijito está muy chiquito, para mi que no te sale tanta”) o comparaciones sobre sus hijos que les resultaban
“ofensivas” (“¿Qué, ya tiene 4 meses y todavía no hace “X”?”). Yo quiero que mi
hija sea lo primero en mi vida pero definitivamente no lo único, quiero
mantener mis intereses y mis distintas actividades y tener más cosas de que
hablar que de ella…y el no trabajar es un obstáculo en el camino para esto, te
deja mucho tiempo libre para dedicarte a tu hija con el riesgo de que te
dediques SÓLO a tu hija.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por eso,
luego de los meses iniciales de maternidad, cuando ya las cosas hayan adquirido
una rutina y ya sea una mamá “experimentada”, pretendo continuar con mis
actividades, seguir traduciendo y escribiendo para Expatclic, seguir con mis
clases de francés, seguir ayudando en el club en el que participo y empezar
(finalmente) a estudiar para coach, llenar mi vida con cosas como siempre he
hecho, como si terminara mi descanso “post natal” y volviera a trabajar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Eso si, como me da miedo no poder hacerlo sola
y dejarme llevar por la emoción de la maternidad, ya le he pedido a Alberto y a
muchas amigas (y se los pido a aquellos de ustedes que me ven o hablan conmigo
con frecuencia) que no me permitan convertirme en esas madres que yo tanto criticaba,
que me avisen (pero bonito por favor) cuando empiece a dejar de ser la Moci de
siempre, cuando me esté convirtiendo sólo en la “mamá de Giulia”.</span><o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-20379144269101184532012-09-24T12:52:00.003-07:002012-09-24T12:52:29.986-07:00No voy a estar más sola.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace una semana más o menos, mientras estaba
echada leyendo con Alberto a mi lado, tuve un chispazo de lucidez, una
realización, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">caí en cuenta, por primera
vez, que desde el momento en que Giulia llegue a nuestras vidas, no estaré
nunca más (o muy pocas veces) sola. Y debo decir que no me hizo mucha gracia la
idea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como ya había comentado en uno de los primeros
post, una de las razones por las que creo estuve un poco en shock durante la
primera semana de mi embarazo (o, mejor dicho, la primera semana que supe de mi
embarazo) es porque estaba asimilando la idea de que desde aquel momento en
adelante, por el resto de mi vida, tendría siempre una razón para preocuparme.
Lo que no había pensando todavía (tontamente en realidad, porque es una
consecuencia bastante obvia) es que no sólo tendría siempre un motivo de
preocupación (el mejor de los motivos que una persona puede tener, eso no lo
pongo en duda) sino que además, tendría siempre compañía física.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como saben (y si no saben porque no me conocen,
se los cuento), soy una persona bastante sociable. Si bien los grupos grandes me cortan, en
general soy de las que pueden hablar con cualquiera, que se busca, hace y
mantiene amistades fuertes con bastante facilidad, que se adapta a todo (o por
lo menos me he adaptado a todo lo que me ha tocado hasta el momento) y que no
se hace muchos problemas por nada. Siempre he sido más o menos así y los
últimos años –por el tipo de vida que elegí de andar de trotamundos- me han obligado a serlo aún más. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero junto con esta parte sociable existe otra
parte de mí que disfruta mucho el estar sola. De hecho, por el trabajo de
Alberto, paso buena parte de mi vida sola –yo diría que un 30%- y aunque a
muchos esto les parezca motivo de tristeza (más de una vez me han dicho –o sé
que han dicho refiriéndose a mi- “¡ay! ¡Pobre! ¡Qué pena que ande tan sola!” o “¡qué
pena que el marido viaje tanto!”), la verdad es que a mí no me da ninguna pena,
de hecho me gusta. Es más, cuando por alguna razón Alberto no viaja en mucho
tiempo, hasta puedo llegar a extrañar estar sola (y él no se ofende por leer
esto, lo sabe, es más, creo que los dos sentimos lo mismo, estamos
acostumbrados así). Esa es y ha sido siempre nuestra mecánica. Desde novios
pasamos buena parte separados y su tipo de trabajo ha hecho que sea así también
nuestra vida de casados. ¡Y nos gusta! Así es como funcionamos y es así como
creo nos hemos convertido en una pareja sólida, cada uno con su espacio, cada
uno creciendo al lado del otro y, muy importante, siempre extrañándonos y
recordando qué diferente es la vida cuando no está el otro (por lo que
apreciamos más los momentos en los que si estamos juntos).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Dicho esto, cuando me di cuenta de que no
estaré más sola como que se me desencajó un poco el panorama. Alberto se irá de
viaje y seguirá con su rutina de tener sus días para él (¡aunque sean de
trabajo, igual tiene una cama para él solo!) y yo me quedaré en la casa, solo
que ahora acompañada… SIEMPRE. Alberto
muy considerado me dijo que no me preocupara, que él se quedaría con Giulia o se
la llevaría a pasear para que yo haga cosas con mis amigas o me quede en la
casa sola. Y si, seguro será así pero ya no será lo mismo. Nunca más. Porque
aunque me quede o haga cosas sola, mi mente siempre estará pensando en Giulia y
será como si estuviera ahí, físicamente conmigo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con el pasar de los días me he estado haciendo
más a la idea y supongo que cuando tenga a Giulia conmigo no le dedicaré un
segundo más de mi tiempo a esta “preocupación” sobre mi soledad. Quién sabe,
quizás hasta ya no quiera estar sola (lo dudo pero quién sabe). De hecho, debo admitir que si bien aun no quiero
dar a luz, cada vez con más frecuencia tengo pequeños momentos (aún muy breves)
en los que si me gustaría tener a mi hija conmigo. Y la verdad, aunque estoy
cien por ciento convencida que el momento en que conozca a Giulia será el más
feliz de mi vida (lo tengo en la mente, me lo he imaginado mil veces y me
emociono hasta el punto de casi llorar cada vez que lo hago), no quiero que
llegue aún porque sé que inevitablemente llegará y prefiero gozar también cada
instante, cada segundo, antes de ese momento que cambiará nuestras vidas ahora
si por completo.</span><o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-37394979372446708992012-09-22T14:45:00.002-07:002012-09-22T14:45:29.532-07:00Anidando (otra vez).<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;">Hace casi exactamente un mes nos mudamos a
nuestro departamento nuevo y junto con la mudanza llegó un repentino impulso
por limpiar y arreglar todo lo que encontraba en mi camino. No sé si fue la
emoción del nuevo hogar o si es verdaderamente el llamado instinto de
anidamiento pero la realidad es que las semanas siguientes a nuestro cambio de departamento
he estado hecha una total ama de casa, casi compulsiva.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para ser sincera, de los quehaceres domésticos,
el que menos me gusta es limpiar. Puedo lavar, planchar, cocinar y lavar platos
sin ningún problema pero limpiar es una cosa que no me gusta para nada y, por
lo general, doy mil vueltas y busco mil excusas antes de empezar a hacerlo
(para luego darme cuenta que en verdad no me demora tanto ni es tan difícil y
pesado y prometerme que la próxima vez lo haré sin tantos rodeos… y la
siguiente vez me hago las mismas bolas otra vez…y así sucesivamente). Sin
embargo estas últimas semanas (con excepción de unos cuantos días, luego les
cuento por qué), he estado llena de
energía (más que de costumbre diría), haciendo todo más feliz que nunca. Casi podría
decir que disfrutaba planchando y hasta limpiando. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En estos días, he lavado todo lo que se me ha
cruzado (incluyendo todos los peluches -que
no son e Giulia sino míos-, alfombras de baño, es más, poco me faltó para meter
en la lavadora también a Alberto), he colgado cuadros como loca (sin esperar a
que llegue Alberto para ayudarme), al punto que casi rompo dos por desesperada
(justamente por no esperar a Alberto), he comprado todas las pequeñas cositas
que siempre hay pendientes en una casa, desde un martillo (porque si no no
podía colgar mis cuadros) hasta las telitas que se ponen debajo de las patas de
las sillas para que no suenen cuando se mueven. Me paseé por todas las tiendas
de niños (si, otra vez) y por sus versiones online para buscar la cuna que
mejor quedaba en el cuarto de Giulia (mejor dicho que entrara) e ir viendo qué
decoración le iba a poner. He estado imparable… con excepción de los días
siguiente al “incidente de la cuna”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como dije, una de las cosas que ocupaban mis
días (eso pasa cuando una no trabaja) era la búsqueda de una cuna práctica y
bonita que al mismo tiempo entrara en el reducido espacio del cuarto de Giulia.
La parte de la practicidad era fundamental porque por las dimensiones del
cuarto, no van a poder entrar muchos muebles. Así encontramos una cuna que ya
venía con cambiador incorporado y que tenía cajones y puertitas para guardar
cosas. Justamente por el tema del espacio (y como consecuencia de mi repentino
interés por todo lo doméstico), medí el cuarto de la bebe “n” veces y desde
todos los ángulos (y no sólo el cuarto de la bebe, me la he pasado midiendo
toda la casa, mi metro se ha vuelto mi mejor amigo, de hecho hasta lo tenía en
mi cartera) para asegurarme que la cuna entrara (para ver si pasaba por las
puertas, si se podía traer ya medio armada, etc.)…y, según yo, entraba, con las
justas pero entraba.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con la seguridad que me daba mi huincha,
compramos la cuna. Cuando vinieron a ponerla, los señores de la mudanza, a la
hora de armarla, me dijeron que no entraba donde yo decía y, como yo ya estaba
molesta con ellos porque habían sido un desastre (me arañaron la puerta, no
protegían la cuna al momento de armarla, etc.), les dije que la armaran donde
quisieran pensando en que luego Alberto y yo la poníamos donde queríamos.
Grande fue mi sorpresa/desilusión/trauma cuando nos dimos cuenta que la cuna no
la podíamos girar sin desarmarla por el poco espacio del cuarto, por la
presencia de la calefacción en un lado de la pared y, sobre todo, por el techo mansarda
de la casa que, por su inclinación, no deja que la cuna de la vuelta. En ese
momento casi colapsé, es más, sin casi, colapsé. Me entró el pánico de que
quizás había medido mal y que, si en verdad había medido mal, la cuna no servía
para ese cuarto y había que venderla (les juro que no era capricho ni
irracionalidad de embarazada, en serio, la cuna no tenía sentido en ninguna
otra posición que la que yo decía). Al final, la aventura de la cuna concluyó conmigo
cerrando la puerta del cuarto de Giulia, deprimida en mi cuarto, tristísima porque soy una burra que no sabe medir y porque por eso la cuna no entraba (lo admito, hasta lloré de pena).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La parte que si reconozco fue un poco
irracional fue que no quise abrir la puerta del cuarto de Giulia por una
semana, de hecho, creo que fueron 10 días. No quería ver la cuna en el lugar
que no era ni volver a medir el cuarto para no saber si en verdad me había
equivocado o no (yo la verdad veía poco probable haberme equivocado luego de
haber medido TANTAS veces, tendría que de verdad haber sido bien burra). La
cuna casi se volvió un tema tabú (aunque Alberto de vez en cuando se burlaba de
mí y de mis habilidades de “medidora” de espacios) y lo borré de mi mente por
varios días (ya ni mis amigas me preguntaban por la cuna). Lo que si hice ni
bien se fueron los chicos que la armaron fue quejarme con su jefe por el pésimo
servicio, contándole lo que había pasado a lo que él se ofreció a mandarme,
cuando yo quisiera, a dos chicos para que me la desarmen y vuelvan a armar donde
yo quiera (porque además, la habían armado mal).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-KrMViNtIOrg/UF4xPufZNsI/AAAAAAAALDA/kzFuakZqSo4/s1600/La+cuna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-KrMViNtIOrg/UF4xPufZNsI/AAAAAAAALDA/kzFuakZqSo4/s320/La+cuna.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><b>La famosa cuna</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al final, luego de 10 días y con un viaje a
Italia de por medio, volví a abrir la puerta y Alberto y yo (justo para tener
un testigo) medimos juntos el cuarto y decidimos que efectivamente la cuna
entraba y llamamos para que nos la vuelvan a acomodar. ¿Y qué creen? ¡Pues que
la cuna entró (por literalmente un centímetro, pero entró)! Les juro que, aunque
ya luego de medir el espacio con Alberto me había vuelto un poco el ánimo
doméstico y ya había empezado a limpiar otra vez, sólo volví a ser una mujer verdaderamente
feliz cuando los señores me dijeron que la cuna entraba y me pidieron disculpas
(otra vez) por el mal servicio que me habían dando antes. Desde ese momento
volví a entrar en “modo anidación” y otra vez no he parado de hacer cosas (ni
de planear las cosas que haré la semana próxima).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es curioso como la naturaleza sabiamente te da
las fuerzas, las ganas y la energía necesarias para hacer todo lo que tienes
que hacer para que todo esté listo para la llegada de un hijo. Yo se que aún
falta para la llegada de Giulia y de hecho hasta me han dicho que por qué me
apuro si todavía me queda tiempo. Y es cierto, todavía hay tiempo, pero la realidad
es que prefiero avanzar lo más posible ahora que puedo porque nadie sabe cómo
serán los últimos meses (de hecho sólo faltan dos y medio), ni cómo me sentiré,
ni si estaré muy pesada y lenta o muy cansada o hasta quizás con dolores de
espalda. Por otro lado, como me dijo una amiga, hay tantas cosas que están
fuera de mi control al final del embarazo, -como por ejemplo el momento en el
que daré a luz, la duración del parto e incluso muchas de las pocas cosas que
sé que quiero en el día del nacimiento de Giulia pueden no salir como me
gustaría (como que el parto natural se convierta en cesárea o que no pueda hacer
todas las cosas que he aprendido en mi clase de yoga para ayudar con las
contracciones porque me tengan que poner algún medicamento, etc.)- que al menos
estas que puedo controlar y que dependen de mi, quiero hacerlas bien y como me
gusta (y soy completamente consciente de que todas estas cosas que puedo
controlar son más para mí que para Giulia porque definitivamente ella no se
acordará de cómo era su cuarto cuando nació ni si tenía cenefa rosada o móvil
colgando de su cuna).</span><o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-24579592081310694222012-08-29T12:16:00.002-07:002012-08-29T12:16:20.542-07:00Alberto ya quiere que dé a luz.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy tuvimos nuestra cita para la ecografía 4D. Fue
muy lindo ver a Giulia con tanta calma y con tanto detalle y poder saber cuánto
mide y cómo está creciendo (a mi me encanta que me digan números para luego
comparar con mi libro…si, lo sé, soy una pesada). Ella está súper bien, es un
poquito más grande de lo que corresponde a su edad pero la verdad, salvo que me
digan que no creció nada o que está muy por debajo del promedio, ya no me
preocupa que no sea la bebe más grande del universo (¡he madurado con los
meses!). De hecho, como me dijo una amiga, mejor que no sea tan grande así el sale
más fácil el día del parto. La buena noticia del día es que el parto ya puede
ser natural porque al crecer mi útero la placenta se subió y ya no hay riesgo
de placenta previa (léase, ya no está bloqueando la cérvix).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-gqWVX-4u6Bg/UD5qN_plr5I/AAAAAAAALAw/kAqHUn6htj0/s1600/2012.08.29+Giulia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="181" src="http://1.bp.blogspot.com/-gqWVX-4u6Bg/UD5qN_plr5I/AAAAAAAALAw/kAqHUn6htj0/s320/2012.08.29+Giulia.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace mucho que no escribo dos post tan seguido
pero hay dos cosas que me llamaron la atención de hoy. Una sobre mi y una sobre
Alberto (y me pareció importante tener un poco del punto de vista del papá).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sobre mí: Horas antes ir a la ecografía,
escribiéndole un mail a una amiga, le dije –y en verdad lo pensaba y sentía en
ese momento- que, aunque todo el mundo me había dicho que cada vez me
emocionaría más y más con la idea de las ecografías y de ir a ver a la bebe, yo
no sentía eso. Lo esperaba con más ansias antes que ahora. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No me malentiendan, claro que voy feliz a mis
consultas y ni bien salgo de una saco mi cita para la siguiente y me encanta
ver a Giulia y me da cólera cuando no la veo lo suficiente o cuando no me dicen
cuánto mide o cuando no le toman una foto bonita o cuando no me dan un video
(como en la consulta anterior) pero ya no tengo esa ansiedad que tenía antes,
ni cuento los días que faltan con tanta desesperación. Mi teoría es que antes
sentía la necesidad de verla porque era la única forma que tenía de constatar
que estaba ahí…y que estaba bien. No había ni panza, ni nauseas, ni patadas ni
nada. Sólo unos cuantos kilos de más (que, seamos sinceras, ha sido un problema
que he tenido siempre, ¡desde que tengo uso de razón!) y las fotos de las
ecografías que guardo en mi agenda (y el test de embarazo positivo que, lo
admito, tengo guardado también). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora es diferente. Ahora me despierto todas
las mañanas y lo primero que hago es verme la barriga, ver si ha crecido, si
está más arriba o más abajo que el día anterior. Cuando me visto tengo que ver
qué me pongo que me quede bien y conforme pasa el día voy viendo cómo cambia la
forma de la panza también. Durante el día, sobre todo en la tarde y aún más en
la noche que es cuando estoy más tranquila, siento que Giulia se mueve y a
veces hasta lo puedo ver desde afuera. Hoy incluso me desperté sintiéndola. Ya
no necesito verla en la pantalla para saber que está ahí y que está bien, ahora
yo se que está bien.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sobre Alberto: Resulta que Alberto ya quiere
que dé a luz. Ayer que leyó mi post (lo leyó igual que el resto, normalmente no
se los enseño antes) no me dijo nada, sólo que le gustó. Pero hoy que salimos
de la consulta, luego de hablar con mi suegra (y que me dijera que seguro me
moría de ganas de tener a Giulia conmigo –ella no lee el blog porque no habla
español- y que yo le dijera que no tanto), Alberto me dijo que él si quería que
ya diera a luz. De un lado me sorprendió pero del otro entiendo perfectamente
(y de hecho, me acordé del caso de una amiga mía que me había dicho que a ella
le pasó lo mismo con su esposo). Para él no es tan divertido que esté adentro
mío (seguro si estuviera adentro suyo tampoco sería tan divertido como es para mí
porque se estresaría más de lo que me estreso yo pero al menos la sentiría,
¿no?). Aunque yo le aviso cuando se mueve para que ponga la mano o voltee a
mirar -parece que Giulia tiene un poco de pánico escénico y la mayoría de veces
que sabe que su papá la está tocando o mirando deja de moverse-, le cuento todo
lo que siento y trato de hacerlo participar en todo (quizás hasta más de lo que
él quisiera porque sospecho que todos los datos curiosos que le cuento no le
interesan tanto como a mí), para él esto del embarazo no es como para mí
(obviamente). Él quiere ver a su hija en vivo y en directo, quiere conocerla
porque es su única forma de sentirla y de acercarse a ella, de empezar a tener
una relación, quizás hasta de empezar a quererla. Y tiene sentido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Le pregunté también sobre las ecografías y si
su emoción por ver a la bebe había aumentado o disminuido con el tiempo y me
dijo que siente lo mismo que antes, que su mayor miedo en cada cita es no
sentir el corazón que late y me repitió que él la preferiría ya afuera.</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><br /></span>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-46599658822388065762012-08-28T00:26:00.003-07:002012-08-28T00:26:22.179-07:00No quiero dar luz… <br />
<div class="MsoNormal">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Van pasando los días y cada vez que veo mi Plan
Prenatal (el que me dieron en la clínica cuando empecé a atenderme con ellos)
me doy cuenta que me quedan menos y menos citas y que ya estamos al final de la
página (aunque en realidad todavía no termino el segundo trimestre, la cantidad
de exámenes bajan) y la verdad no me gusta mucho la idea.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo no quiero dar a luz. Al menos hoy no quiero
ni un poquito. Muchas me dicen que en 2 meses y medio más cuando me pese todo
voy a estar desesperada por que “me saquen” al bebe de adentro pero la verdad
es que en este momento no puedo ni imaginarme cómo será sentir eso, estoy TAN
bien como estoy.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Son varias las razones por las que no quiero
dar a luz. La primera y más obvia es porque ¡me siento súper bien! Si antes me
sentía bien, ahora me siento aún mejor. Definitivamente el segundo trimestre es
mejor que el anterior. Ya no me cae tan pesada la comida (excepto si como carne
roja muy tarde, ahí si me quedo despierta toda la noche), no siento languidez
ni acidez ni nada, ahora si se me ve 100% embarazada (desde hace poco en
realidad, hasta hace un par de semanas podía pasar tranquilamente por gordita
dependiendo de la ropa), la gente es amabilísima conmigo, todos me engríen más
que de costumbre (incluyendo a Alberto), ¡todo es una maravilla! <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La verdad, yo podría vivir embarazada TODA mi
vida (asumiendo que todos mis embarazos fueran como este…y tengo la esperanza de
que así será el siguiente -y último- porque ese fue el caso de mi mamá). Tengo
la suerte de tener un embarazo modelo… ojalá todas las mujeres (y sus esposos)
pudieran tener la suerte que tengo yo. Lo único que si noto desde hace unas
semanas es que estoy más sensible en general, un poco más llorona quizás
(especialmente cuando se trata de cosas relacionadas con niños) pero dejando de
lado eso –y aún contando eso- no tengo nada de que quejarme. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero hay varias razones más por las que estoy
feliz como estoy, razones que básicamente se resumen en una sola: NO ESTOY
LISTA PARA TENER A GIULIA CONMIGO TODAVÍA. Y no estoy lista desde varios (o
todos los) puntos de vista. Ni logísticamente, ni emocionalmente, ni
físicamente (y seguramente tampoco en ninguno de los otros “mentes” que puedan
haber).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Físicamente es obvio, todavía falta un poco más
de 3 meses y medio de embarazo (¡felizmente!) y aunque desde el día 1 se ve
como el cuerpo se va preparando para traer una vida al mundo (¡y yo sigo
maravillándome cada día con cada uno de los cambios, las venas, la panza -¡amo
mi panza!-, etc.!) ni yo ni Giulia estamos listas para el día del parto (pero
ojo, sigo sin tenerle miedo a ese día, no quiero que llegue aún pero no le
tengo miedo al parto). Así que en ese frente seguimos preparándonos. Seguimos
con las clases de yoga prenatal, ya vamos a empezar las clases informativas prenatales
en pareja a mediados de setiembre y seguramente tendremos una clase mucho más
práctica sobre el final del embarazo con mi profesora de yoga. Pero la parte
física es la que me preocupa menos, la naturaleza (y mis profesoras prenatales)
se irán encargando de ayudar con eso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La parte logística va avanzando pero no al
ritmo que yo quisiera (aunque racionalmente sé que no hay ningún apuro y que
hay tiempo de más). Por lo pronto ya nos mudamos (¡check!). Fue bastante fácil
y, aunque la desempacada se hizo en “tiempos de embarazada” (léase, bastante
más lentamente de lo normal), ya las cajas están vacías y salvo por
pequeñísimos detalles como colgar los cuadros, digamos que estamos 100%
instalados. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La lista de cosas que necesito para la llegada
de Giulia va tomando forma. La versión original que hice, y sobre la que les
conté en mi post anterior, ahora está
más completa. No porque haya incluido más cosas sino porque las cosas que tiene
ya tienen más detalle. Poco a poco he ido visitando tiendas de bebes, hablando
con amigas que viven acá (resulta que a veces es mucho más práctico y
conveniente comprar todo –o casi todo- en el lugar en el que estás que mandarte
a traer las cosas por más que creas que en otros lados son mejores o más
baratas) y ya como que se está concretando la cosa. Debo confesar que esto de
la lista ha sido más difícil de lo que suena –y de lo que pensaba que sería. Ir
a ver tiendas de bebes no es tan divertido como yo creía. Cada vez que voy a
una, en vez de salir emocionada y con ganas de comprarme todo, salgo
completamente agobiada, espantada, no sabiendo qué decidir y, al final, ¡no
queriendo comprar NADA NUNCA!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque no pensé que fuera así, lo que más me
calmó con el tema de la lista y las tiendas de bebes fue ir con Alberto a una
el sábado pasado. Contra mi pronóstico, él estaba emocionadísimo con las cosas
que veía. Claro, con las cosas que no nos sirven hasta dentro de un buen tiempo
(como los asientos para carro –que no
tenemos- para niños de más de 1 año –que tampoco tenemos- hechos por no sé qué
marca que diseña los asientos de los carros de formula 1 o los legos que forman
ambulancias o camiones de bomberos que claramente dicen “5 años o más”). A las cosas que si importan –léase las que
necesitamos en el futuro cercano- ni bola les daba por más que yo le explicaba
cuáles eran y para qué servían. Él todo lo simplificaba y me respondía que
millones de mujeres en el mundo (y nuestras madres en el pasado) se embarazan,
tienen hijos y los crían sin ninguna de
las cosas por las que yo me hago mil bolas. Y tiene razón (y eso que yo estoy
tratando de ser lo más simple que puedo con relación a las cosas que quiero
comprar). Tampoco es que pretenda (ni Alberto tampoco) tener y criar a Giulia
como en el Medioevo pero la verdad es que tantas complicaciones mentales que me
estaba haciendo son innecesarias. Desde que fui con él, he avanzado mucho más
mi lista y decido las cosas sin darle tantas vueltas (los que me conocen bien
saben que, si no fuera porque se necesitan TANTAS cosas, probablemente hubiera
hecho una hoja Excel comparativa de cada tipo de saca leches, biberón, chupón, coche,
etc.).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El cuarto es otra cosa que me traía (hasta hace
unas horas) un poco agobiada/preocupada. Resulta que por sus dimensiones (como
6 metros cuadrados) y su forma (techo con mansarda inclinado y con la
calefacción que ocupa buena parte de la pared más larga), que encima lo hace
más chico de lo que ya es, es un poco difícil encontrar muebles que entren (al
menos que entren sin que Alberto y yo -pero más Alberto obviamente- nos demos
de cabezazos contra el techo cada vez que vayamos a ver a la bebe) y
decoraciones que vayan con el poco espacio libre que tendremos luego de
amoblarlo. Felizmente, luego de pasármela midiendo el cuarto una y otra vez
desde ayer, y de ver las medidas de todos los muebles y decoraciones que hemos
visto en tiendas y en internet, creo que ya podré dormir tranquila porque ya tengo
una idea más clara de cómo lo voy a hacer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero lo que más me atormenta de la famosa lista
y del cuarto es que ambos siguen en el papel. Que avanzan y se completan los
detalles pero yo sigo sin tener la cuna conmigo, ni la cenefa, ni los biberones
ni nada…y aunque sé que nos sobra el tiempo, si por mi fuera, tendría todo ya
puesto en su sitio para finalmente poder ponerle “¡check!” a todo y no pensar
en eso nunca más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Finalmente, respecto a la parte emocional, -díganme
extraña o poco maternal- yo todavía no siento la necesidad de conocer a Giulia.
Sólo una vez –cuando salí a almorzar con una amiga y su hijita de mes y medio-
he sentido ganas de tenerla conmigo. Por lo demás, todavía no me dan ganas de
cambiar las cosas. Todavía quiero que sigamos siendo dos (o dos y medio si
quieren), todavía quiero sentir a Giulia adentro y saber que está bien –y que
yo no tengo que cuidarla para que siga estando bien-, todavía me da flojera
(seamos sinceros, también hay algo de esto) cambiar mi rutina, levantarme en
las noches, andar por las calles con un cargamento de cosas de bebes, en
general, cambiar mi vida para siempre. Aún ni siquiera logro hablarle a mi
panza, sólo me comunico telepáticamente con ella (espero que funcione) cuando
voy a la clase de yoga o la acaricio cuando siento que se mueve (eso sí,
disfruto mucho cuando se mueve, especialmente cuando se ve desde afuera y
Alberto puede verlo también). Ni música le he puesto a la pobre (como yo no soy
muy musical tampoco). No sé si con el paso de las semanas cambiaré, no sé si al
menos le empezaré a hablar pero si estoy segura de que cuando el momento de que
Giulia salga llegue, tanto Alberto como yo estaremos listos (o todo lo listos
que se puede estar para un evento como este). Por lo pronto, seguiremos
disfrutando de ser dos y de tenerla con nosotros en mi panza…</span><o:p></o:p></span></div>
Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-12547041669272905352012-07-25T08:04:00.000-07:002012-07-25T12:40:49.538-07:00Poniéndome al día (Parte 2)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;">Otros de los eventos ocurridos en este tiempo de “silencio
bloggero” fue la preparación (y realización) del </span><i style="background-color: white;">baby shower</i><span style="background-color: white;">. Giulia y yo nos fuimos a Lima y durante varios días
nos internamos en la casa de mis papás preparando todo para su primera fiesta.
Sólo quiero que Giulia sepa que fue un día lindísimo (de hecho fue uno de los
dos únicos días de sol que hubieron en los 14 días que estuve en Perú) y que
todo fue preparado con mucho cariño por sus abuelos, su tío Julio (y de paso
Gabriel y Carlos), sus tíos Pocho y Pocha, su bisabuela Mora y su mamá (y
también su tía Martha que colaboró con la preparación de pompones). Los
recuerditos fueron un regalo de Carol y fueron muy apreciados por todos,
sobre todo por los niños asistentes que se comieron muy contentos los </span><i style="background-color: white;">marshmellows</i><span style="background-color: white;"> que estaban adentro. Yo
descubrí que cierta habilidad para las manualidades tengo, tampoco tanta (como
si la tienen mi mamá y mi hermano), pero si alguito. Al menos los topiarios de
cintas que eran mi tarea me quedaron lindos (tengo que decir que tampoco eran
tan difíciles). Así que, que no les extrañe que hayan topiarios en el próximo
cuarto de Giulia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-gBqTHhNWfEc/UBAKbmwLGeI/AAAAAAAAJ_I/gh93T9FBz4U/s1600/Panoramica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="87" src="http://1.bp.blogspot.com/-gBqTHhNWfEc/UBAKbmwLGeI/AAAAAAAAJ_I/gh93T9FBz4U/s400/Panoramica.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Giulia hizo una tímida aparición ese día, de no tener
nada de panza (o casi nada), ese día pase a tener un poquito más. Cierto es que la selección del vestuario no
fue casual y a propósito me puse algo que hiciera que se note más el embarazo…pero
igual, antes del 30 de Junio no se notaba NADA y ese día se notó algo. Giulia
sabía que era una fiesta en su honor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de llegada de vuelta a Budapest, llena de
regalos y cositas lindas que compré, me apareció un nuevo motivo de estrés…si,
es la de nunca acabar esto de los traumas y los estreses (a mi me habían dicho
que me la iba a pasar el embarazo con pánico pero no, yo no estoy asustada por
el parto –todavía-, ni por la llegada de Giulia –todavía-, a mí sólo me vienen
agobios y estreses felizmente pasajeros). Mi nuevo motivo de estrés era la
parte logística de todo esto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo empezó cuando mi querida amiga Jessica,
organizadora de otro <i>baby shower</i>, me dijo
que estaba empezando a pensar en el asunto y en la organización y me preguntó
qué necesito (para que vaya viendo si aquí existen las listas de bebés o para
que, en todo caso, haga una lista yo y se la dé). Ahí me di cuenta que NO TENÍA
idea de qué necesito. Yo ya tenía la sospecha de que no tenía idea pero antes
del baby shower de Lima, siempre que me preguntaban qué me faltada me bastaba
con responder “necesito todo porque no tengo nada” pero la verdad es que no era muy consciente
de qué era TODO, sólo estaba plenamente segura de que no tenía NADA. Por alguna
razón pensé que luego del <i>baby shower</i>
de Lima sabría que necesitaba…pero no, seguía igual de perdida con respecto a
lo que necesita un bebe (de hecho, descubrí luego de ver la ropita tan linda que
nos regalaron que ni siquiera tenía idea de cómo se vestía a un bebe, quiero
decir, qué cosas se le ponen y en qué orden ni cuántas veces se les tiene que
cambiar en el día). Lo que sí, aprendí que se necesitan colchas, baberos,
babitas, medias, toallas y un montón de cosas que ya tengo porque me las
regalaron, pero seguía sin saber sobre todas las cosas que NO TENGO.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los que me conocen, saben que yo soy la reina de la
organización, de la logística y que me encanta hacer listas y cuadros
comparativos de TODO en Excel. Esta vez no tenía ni media lista, ni medio
cuadro de nada en ninguna parte…y una de las razones básicas era porque no
sabía qué poner en mi lista. Una “no madre” no se da cuenta (o al menos no del
todo) de la cantidad de cosas en las que hay que pensar ante la llegada de un
hijo. Hay un montón de información que procesar, no sólo por el hecho mismo de
estar trayendo un hijo al mundo y de estar llevándolo dentro y de todos los
cambio físicos, hormonales y de todo tipo que se van dando y que se vienen en
el futuro sino que incluso en las cosas más básicas y mundanas hay miles de
cosas que tomar en cuenta. Miles de artefactos y chucherías que se necesitan
(sin contar que descubrir qué es lo que en verdad se necesita es otro tema
porque el mercado te quiere hacer creer que necesitas todo), algunos de los
cuales al final también dependen del tipo de madre que quieres ser (por ejemplo
de cuál sea tu plan con respecto a la lactancia) y que, por lo tanto, te
obligan a pensar también en eso. Es todo un mundo nuevo para quienes no hemos
tenido tanto contacto con bebes (en mi caso, hasta había ido no hace mucho a
acompañar a una amiga húngara a comprar las últimas cositas que le faltaban antes
del nacimiento de su hija, y si, cuando salí de las tienda salí medio traumada
con la cantidad de cosas que había que se necesitan pero nunca procesé…hasta
que no te toca ser tú la que tiene que comprar como que no procesas…al menos yo
no lo hice hasta ahora).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Además, mientras me agobiaba por la lista, me vino
también a la mente que hay varios temas que tengo que empezar a discutir con mi
médico y que hasta ahora no había tocado (cosas como asegurarme que el hospital
en el que voy a dar a luz es el que yo creo, preguntarle si me van a dejar
tener a Giulia en el pecho inmediatamente luego del parto, averiguar sobre las
opciones de almacenamiento de la sangre del cordón umbilical por si lo hacemos,
preguntar sobre las clases prenatales, etc.) y que la fecha para mi posible
mudanza se acerca y no habíamos buscado departamento nuevo ni coordinado con la
oficina de Alberto. Y así me empecé a acordar de varias cosas más que tenía que
hacer y que no había hecho o empezado a pensar si quiera. Y me agobié. Yo que
suelo ser bien calma y todo lo soluciono con mis listas, simplemente me agobié.
Todo me parecía complicado, ya no quería ni mudarme, ya no quería nada. Una vez
más, las hormonas en acción.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Felizmente el agobio me duró poco y, como me dijo mi
mamá que pasaría, me calmé, creé mi archivo de Excel y empecé con mis listas. La
lista de las cosas de la bebe fue lo más fácil obviamente. A mi auxilio
llegaron el <i>file</i> de Excel de una
amiga peruana que fue madre no hace mucho aquí en Budapest (<i>file</i> que de hecho ya tenía desde hace
meses pero como que no le estaba haciendo caso, primero porque veía lejano lo
de tener que preocuparme por esas cosas y luego porque estaba tan agobiada que
no me daban ni ganas de solucionar mi agobio…típico de cuando una tiene mil
cosas que hacer y se estresa tanto que al final no hace ninguna), mi amiga
Gladys de Lima (¡Gracias Gladys!) y obviamente internet. Ya tengo mi lista
hecha y ahora que sólo tengo que comprarme lo que me falta estoy mucho más
tranquila. ¡Check!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El tema de la búsqueda de casa también lo solucioné
relativamente fácil. Aún no tengo casa nueva pero la verdad bastaba con mandar
un par de correos electrónicos para que todo empiece a moverse y ya tenemos un
candidato bastante fuerte. Así que si la mudanza se da, ya tengo presupuesto
para que me ayuden a empacar y desempacar (normalmente lo haría yo pero si me
pasa lo que me pasó cuando desempaqué cuando llegamos, que de emocionada quise
tener mi casa lista en un día y luego no me pude mover una semana del dolor de cintura,
creo que me muero…o Alberto me mata), potencial departamento nuevo, y algunas
posibles opciones más en el camino. ¡Check!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quedaba (y medio que sigue quedando) el tema del
médico y lo relacionado al parto. Ahí también me di cuenta que ni siquiera
sabía qué es lo que tenía que preguntar respecto al parto. Yo había leído en
muchos lados lo del plan de parto y veía que muchas mujeres tienen bastante
claro cómo quieren que sea su parto (con un detalle realmente sorprendente), yo
no tenía idea. A mí me preocupaba sólo que pongan a Giulia en mi pecho apenas
nazca, antes de limpiarla siquiera, que haya epidural a la mano por si decido
usarla y que no usen fórceps porque me dan miedo. Luego de eso, para mí la cosa
era bien simple: me venían los dolores, iba al hospital y luego de algunas
(pocas, esperemos) horas tenía a mi hijita conmigo. Para ayudarme con este tema
apareció mi profesora de yoga prenatal, ella me dijo un montón de las cosas que
uno puede pedir, que debe averiguar si se pueden hacer en el hospital al que yo
voy a ir, etc. Ahora la tengo un poco más clara, aún no se si todo lo que ella
me dijo es importante para mí pero si estoy más convencida que nunca de la
importancia de lo que estoy aprendiendo en mi clase de yoga. Aunque a este
punto todavía no le puedo poner “check” porque es “<i>work in progress</i>” y lo será hasta el último momento supongo pero si
estoy más tranquila porque ya sé más o menos por qué camino debo de andar, qué
es lo que debo averiguar y ya empecé a hacer una lista y a leer algunas cosas
que me están aclarando el panorama respecto al parto (¿ustedes sabía que
existía una posición óptima para el feto al momento del parto (más allá de que
esté de cabeza)? Pues yo no y ahora ya sé y sé también como ayudar para lograrla
y tener un parto corto) y respecto a cómo hacerlo una linda experiencia y no un
episodio traumático. ¡Casi check!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para terminar, les cuento que exactamente el día que
cumplí 19 semanas, sentí por primera vez a Giulia en mi panza. No fueron
pataditas sino burbujas, como si fueran gases (si, ya se, bien poco romántico)
y debo decir que luego si sentí como dos suaves empujones (que Alberto también
sintió porque aunque eran la 1:30 de la mañana lo desperté para que sintiera y
estar segura que no eran ideas mías y que no me lo estaba inventando). Luego de
eso la he sentido algunas veces más, pero casi siempre como burbujas, cosa que
es normal a estas alturas y más normal aún teniendo placenta anterior, como es
mi caso. Así que estoy esperando ansiosa que se haga más presente…espero
sentirla más ahora que oficialmente estamos ya a mitad de camino. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-73219843102700802582012-07-24T10:28:00.004-07:002012-07-25T00:06:00.053-07:00Poniéndome al día (Parte 1)<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;">Muchas cosas han pasado desde la última vez que
escribí, incluyendo muchas sensaciones nuevas, preocupaciones, alegrías. La
idea hubiera sido hacer un post para cada uno de estos eventos pero entre
visitas, preparativos para viajes, viajes, baby shower, jetlag, colapso de lap
top, más preparativos para viajes, entre otros, ha sido imposible sentarme a
escribir como hubiera querido.</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
Aunque trataré de ir en orden cronológico (o al menos en algún tipo de orden
lógico), hay un suceso que merece ser destacado sin importar el momento en que
sucedió: <b>¡¡¡Es una niña!!!!</b> ¡¡¡Y
se llamará Giulia, <b>Giulia Monguzzi
Ferradas</b>!!! (¡Qué emocionante! Es la primera vez que digo, escribo y/o leo
su nombre completo!)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La noticia del sexo de Giulia vino un poco de sorpresa…aunque
en realidad un poco menos de sorpresa de lo que pudo haber sido de no haber
tenido una ecografía en la semana 16. Pero vamos por partes y cucharadas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/306792_10151928717415164_1200532746_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/306792_10151928717415164_1200532746_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Creo que en algún momento, en algún post, les había
comentado que yo creía que Giulia era en verdad Adriano (así se hubiera llamado
de haber sido niño), desde el principio me refería a ella como si fuera él, mi
supuesto instinto se sentía aún más seguro porque todo el mundo me decía que
era hombre (desde mi abuela que la soñó hombre, pasando por el calendario
chino, hasta las amigas y tías/os que tenían <i>cuchumil</i> teorías sobre que si se ve como hombre en la ecografía –en
la que yo con las justas le veía forma humana-, que si está muy formado y los
niños se forman más rápido, que si se mueve mucho es hombre y así), incluyendo
mi doctor que en la ecografía de la semana 12 donde los médicos pueden -con
cierto grado de certeza- determinar el sexo del bebe (digo cierto grado porque
a esas alturas del embarazo los genitales femeninos y masculinos se parecen
mucho) me dijo que le parecía un niño. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La cosa es que saber que no era Adriano sino Giulia me
dejó un poco sin piso. Como si de arranque me dijeran (aunque quizás debería decir
“recordaran” porque yo siempre he sabido que mi supuesto sexto sentido femenino
nunca ha sido muy preciso que digamos) que mi instinto maternal –que seguro
deriva del instinto femenino- no está aún calibrado (o de plano no existe). En
mi defensa (o de mi instinto/sexto sentido) debo decir que durante todo este
tiempo siempre me pregunté (y tengo testigos) si mi idea de que era hombre era
realmente por instinto maternal o simplemente por un tema lingüístico (viviendo
en un país en el que no sólo no hablan mi lengua madre sino que además hablan
húngaro –lengua dificilísima de aprender- comprenderán que paso mis días
hablando inglés y como “bebé” en español es masculino, siempre tenía en la
cabeza decir “<i>he</i>” en vez de “<i>it</i>” que hubiera sido lo correcto y “<i>he</i>” terminó pasando al español como “él”
y así Giulia se convirtió en mi cerebro en Adriano). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Debo ser sincera y decir que he tenido que procesar
que Giulia es Giulia (no te resientas hijita). El proceso me ha tomado unos
días pero el impase ya ha sido superado con éxito. Como todo, el asuntó pasó
por un tema de expectativas, en mi cerebro era un niño…y no sólo eso, de chica
yo siempre pensaba que hubiera sido lindo tener un hermano mayor (con la idea
de que me cuide…aunque luego descubrí que no importa quién sea mayor, ni qué
tanta diferencia de edad haya, un hermano siempre te cuida) y por eso siempre
dije que me gustaría tener un niño primero y una niña después. Junto con eso
estaba también el punto de pensar (y sigo pensando) que, de alguna manera, los
niños son más fáciles que las niñas (pero más aburridos para vestir, ¡eso si!)
y que como madre primeriza mejor agarraba práctica con un niño antes de tener
un niña. Pero bueno, el shock no fue nada grave, nada que unas cuantas vueltas
por tiendas de ropa de niña no pudieran resolver (compras incluidas claro
está). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora vuelvo a la ya mencionada ecografía de la semana
16 que hizo que la sorpresa (y, por lo tanto el shock) de saber que Giulia era
Giulia fuera menor de lo que hubiera podido ser. Antes de viajar a Lima, o sea
el 25 de Junio, Giulia y yo teníamos una cita con el médico, ecografía incluida
(como todas las citas con el médico que tengo), y yo tenía la esperanza de que
pudiéramos saber qué era el bebe. A pesar de los consejos de mi madre, yo muy
segura de que mi hija es una deportista natural y de que estaría haciendo su
rutina matutina de ejercicios como la última vez, no comí chocolate antes de la
cita para promover que se moviera por el exceso de azúcar. ¿Qué fue lo que
pasó? Pues justamente que no se movió. ¡NADA! Conclusión, además de atravesar
por unos segundos de pánico -hasta que el doctor me hizo escuchar sus latidos- porque
ya me había hecho a la idea de verla saltar como loca (otra vez, yo y mis
expectativas), no pude saber en ese momento si era niño o niña (y la premura
radicaba en que todo el mundo en Lima quería saber antes de ir al <i>baby shower</i> y, claro, en que yo ya no me
aguantaba las ganas tampoco). No sólo eso, sino que cuando le pregunté al
doctor si él podía ver algo, me dijo que no y me preguntó si quería saber qué
creía. Yo bien contenta le dije “claro, un niño, no?” y me dijo que no, que, él
creía que podía ser una niña porque de perfil no lograba verle los testículos: ¡PLOP!
Primer momento de trauma/shock (que al menos sirvió para ir haciéndome a la
idea).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, para completar mis traumas del día
(traumas total y completamente irracionales, lo sé) Giulia estaba como parece
es su costumbre, parada y no echada y, para colmo, ya no era tamaño <i>extra large</i> como había sido hasta la
ecografía anterior, ahora era promedio (o hasta mas chica del promedio). ¿Cómo
se que era más chica del promedio? Porque obviamente mi súper libro y mi
aplicación del Ipod lo decían. Cabe precisar que el doctor estaba felicísimo
con la bebe y me había dicho que estaba todo perfecto, de tamaño normal, etc…. pero
a mí sólo me importaba que no medía 11cm como debía sino 10.67cm.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Salí de la consulta y llamé a Alberto que estaba en el
aeropuerto de Milán a punto de tomar su vuelo para regresar a Budapest. Como él
me conoce muy bien, inmediatamente sacó que tenía algo y, claro, lo asusté…porque
quién se va a imaginar que alguien con dos dedos de frente va a estar nerviosa
porque no vió el sexo de su bebe, porque el bebe está parado y no echado y/o
porque resulta que tiene 0.23cm menos de lo que debería de tener. NADIE.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Felizmente salí de mi cita a encontrarme con dos
amigas que me distrajeron un buen rato (¡gracias Magaly y Katty!) pero ni bien
llegué a la casa, por alguna extraña razón, me puse a llorar. En ese momento, el
hecho que Giulia no se hubiera movido como antes y que estuviera parada me
ponía muy ansiosa, no sé por qué, como si me diera la impresión de que no
descansa y está incómoda (¿?). Yo sabía perfectamente que era normal y no
quería preguntarle al médico porque no me gusta hacer preguntas estúpidas, y
más que estúpidas -porque no hay pregunta estúpida-, no me gusta hacer
preguntas de las que yo misma se la respuesta: el bebe tiene mucho espacio en
el saco y se mueve y da volantines todo el día y ha sido pura coincidencia que
esté parado así, seguro en otros momentos del día está echado (finalmente,
cuando Alberto llegó y me puse a llorar otra vez, no me aguanté y le escribí a
la enfermera y me dio justamente esa explicación). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, el que ya no fuera el bebe más grande
del universo también me ponía nerviosa. ¿Por qué ya no es tan grande? ¿Será que
no la estoy alimentando bien? Una vez más, mi preocupación era completamente
irracional. Primero que los fetos no crecen al mismo ritmo todas las semanas
(lo más probable era que si le hacíamos una siguiente ecografía una o más
semanas después otra vez sería más larga del promedio, cosa que además ocurrió)
y segundo que ¿quién dice que los bebes más saludables son los más grandes?
Alberto, que mide dos metros, nació pesando menos de 3 kilos y midiendo menos de 50cm. No hay relación necesariamente entre el tamaño/peso del nacimiento (o, el
de la panza) con el tamaño que el bebe vaya a tener cuando nazca y crezca. Pero
uno tiene esa idea en la cabeza de que mientras más grande, más saludable y
fuerte, y yo la aplicaba también al pobre bebe en mi panza. En ese momento,
aunque si era 100% consciente de la irracionalidad de mis traumas, seguía
igualmente traumada…y me sabía todas las explicaciones que contrarrestaban mis
preocupaciones, no era que me las había olvidado, las sabía una a una pero
igual lloraba. Lloraba porque siendo yo la que tiene a Giulia adentro, es difícil
no sentirse responsable por cualquier cosa que le pase o le deje de pasar (en
este caso crecer) y, porque estando tan pendiente de lo que como y de no
engordar más de lo justo y necesario, me sentí culpable de estar “matando de
hambre” a mi hija (cosa también poco probable porque normalmente los bebes se
alimentan de la madre y le quitan todo a ella, así que si me estaba faltando
comida es más probable que sea yo la que se esté descalcificando y debilitando –cosa
que no ha pasado por si acaso- a que sea
Giulia la que no se esté alimentando). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
Sobre esto quiero mencionar el hecho que Alberto, a diferencia mía, no tiene expectativas
nunca cuando tenemos una cita, sobre nada, no las tenía sobre el sexo del bebe
ni las tiene jamás sobre sus medidas porque no lee como leo yo (y eso que leo
bastante menos de lo que hubiera pronosticado) y, por lo tanto, él en ningún
momento sufrió ningún shock…él siempre se alegra, le basta con saber que Giulia
y yo estamos bien (y por lo general siempre pregunta primero si yo estoy bien…al
menos por ahora) para estar contento y tranquilo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 10.35pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<br /></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-1096390377317359762012-06-19T14:26:00.003-07:002012-06-19T14:26:39.522-07:00El primer día del padre de Alberto<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El domingo fue el día del padre en Perú (y en
Hungría y en la mayoría de países de Latinoamérica) y aunque estábamos en
Italia y ahí se celebra el 19 de Marzo, día de San José, como en España, para nosotros,
éste fue el primer día del padre de Alberto.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La verdad no tengo mucho que contar sobre este
día porque temprano en la mañana Alberto salió de viaje y no lo pasamos juntos
mucho tiempo pero quería escribir sobre esto para que cuando nuestro hijit@ lea
este blog, sepa cómo fue el primer día del padre de su babbo (como se dice
cariñosamente “papi” en italiano).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto no se acordaba que era el día del padre
en Perú (aunque si me había escuchado coordinar el regalo que le estaba
mandando yo a mi papá) y si se acordó, así como yo en el día de la madre,
tampoco lo relacionó mucho con él mismo. Así que cuando abrió el ojo en la
mañana y yo –que estaba leyendo en la
cama porque ese día “madrugué”- le pregunté si se había despertado (es una
broma interna nuestra, cuando no nos queremos levantar el fin de semana nos
preguntamos mutuamente si ya nos hemos despertado y los dos decimos que no
aunque estamos con los ojos bien abiertos) él me respondió como siempre que no
y yo fui corriendo a sacar de mi maleta la bolsita de su regalo y se lo di.
Lamentablemente esta vez Alberto EFECTIVAMENTE NO SE HABÍA DESPERTADO y, como
seguía más dormido que despierto, se demoró varios minutos en captar lo del
regalo y el día del padre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El regalo era muy sencillo, era un monedero que
él me había pedido no hace mucho para poder separar las diferentes monedas que
normalmente “colecciona” en la casa como consecuencia de tanto viaje. Era
chiquito, de cuero y azul. Lo más lindo era la envoltura que era plateada y se
cerraba con un <i>sticker</i> de una jirafa (como nosotros nos referimos cariñosamente
al bebe) en pañal. Adentro puse una tarjetita (con la misma jirafa) que decía “¡Feliz
primer día del Padre Babbo! Ti amo!” firmada por el bebe (con los dos potenciales
nombres por si el doctor se equivoca y no es lo que dijo que sería).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conforme pasaron los minutos Alberto se empezó
a emocionar más y más y me agradeció muchas veces el regalo durante las dos
horas y media que estuvimos juntos antes que nos separáramos por su viaje. Yo,
por supuesto, como no podía ser de otra manera en situaciones importantes
durante el embarazo, me emocioné hasta las lágrimas (pero esta vez no a
sollozos, sólo lágrimas) cuando le entregué el regalo (y por los siguientes 20
minutos, mientras seguía leyendo mi libro).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fue un día del padre simple, no duró mucho la
celebración pero fue significativo para los dos, creo que especialmente para
Alberto. Quizás para él ese haya sido uno de los pocos días (u horas) en los
que en verdad se ha sentido papá, en los que a él le ha tocado sentir la
realidad de nuestra “dulce espera”.</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-80975998811500103242012-06-10T13:51:00.000-07:002012-06-10T13:51:09.934-07:00¿Y ahora? ¿Cómo seremos de padres?<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El otro día, una amiga que también está
embarazada por primera vez me dijo (entiéndase “me escribió” porque nos
estábamos mandando mensajes por Facebook) que siempre se preguntaba si sería
una buena madre y que por qué no escribía sobre eso. Ahí me di cuenta que no me
había puesto a pensar mucho –casi nada- en el asunto y de hecho debería ser una
de las cosas en las que más debería estar pensando. Hasta ahora he estado más
preocupada por la parte logística de la llegada del bebe (viendo lo del
contrato de Alberto, mirando potenciales departamentos para mudarnos,
averiguando dónde se compran cosas para bebes en Budapest, qué trámites burocráticos
hay que seguir para dar a luz en Hungría, etc.) que por cómo van a ser las
cosas cuando ya esté aquí.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de pensarlo un rato (no mucho tampoco) me
di cuenta que si no he pensado antes en mis futuras habilidades de madre es
porque creo que confío en mi instinto (quizás equivocadamente, tomando en
cuenta que nunca he sido muy maternal) y en que, habiendo tenido el ejemplo de
mi mamá, seré una madre parecida a ella (con ser la mitad de buena creo que me
doy por bien servida). De hecho, para la mayoría de personas el referente más
inmediato de cómo ser (o no ser) buen padre son los propios progenitores y por
eso el mío es mi mamá y ella siempre me dijo que, como yo, nunca fue muy
maternal y nunca le tuvo mucha paciencia a los niños, hasta que fueron sus hijos.
Así que si ella, habiendo sido así como soy yo, hizo un tan buen papel, yo
confío en que a mí también me salga bien el rol de madre. Además, como nadie
nació sabiendo ni es el padre perfecto, estoy segura que iré aprendiendo en el
camino (y desde ya le pido perdón a mi hijit@ por los errores que seguro voy a cometer en los próximos años y que sólo serán fruto de mi intención de hacer lo mejor
que puedo por él/ella).</span></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero el que no haya pensado en qué tal madre
seré no quiere decir que no me haya preocupado por otras cosas relacionadas con
la maternidad o con la crianza de mi hij@. Hay un tema que me viene dando
vueltas en la cabeza incluso desde antes de salir embarazada y que de alguna
manera siempre trato de bloquear de mi cerebro (como suelo hacer con las cosas
que me generan angustia): el cómo vamos a hacer Alberto y yo para conciliar
nuestras diferencias culturales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En toda pareja, incluso en las más usuales, las
de dos personas que vienen del mismo país e incluso de la misma ciudad (a veces
hasta del mismo barrio), con la llegada de los hijos siempre hay ajustes que
hacer, detalles que pulir. Nunca dos personas han sido criadas de la misma
manera y, por lo tanto, hay que buscar (y encontrar) una forma de crianza que
satisfaga a los dos padres. En nuestro caso la cosa es aún más complicada. No
sólo hemos sido criados de maneras MUY distintas (las personalidades y estilos
de nuestros padres son totalmente diferentes) sino que, además, venimos de
países distintos y culturalmente pensamos distinto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A veces parece hasta tonto pero asuntos que una
pareja unicultural se dan por descontados o son “obvios” en una pareja mixta como
la nuestra no lo son. Por citar un par de ejemplos: en Perú (y creo que en la
mayor parte de la América Latina) a las mujercitas se les pone aretes en el
momento en el que nacen (o por lo menos salen del hospital con sus aretes
puestos, aretes que por lo general son el típico regalo de los abuelos). En
Italia (y también en Hungría, por lo que me imagino que es algo generalizado en
Europa), no. En Italia ven casi como una mutilación el que a una niña tan chiquita
se le pongan aretes y se le haga sufrir luego de lo traumático que ya ha sido
el parto. Para ellos, la decisión de ponerse o no aretes debe ser tomada por la
niña cuando esté más grande o incluso cuando sea adolescente (una de las amigas
de Alberto me contó que se hizo los huecos en las orejas por primera vez a los
15 años, una amiga mía húngara se los hizo a los 20 y mi suegra no se los hizo
nunca). Entonces, en el caso que nuestro bebé sea una niña, tendremos que tener
una conversación que a las parejas “no mixtas” no se les habría ni ocurrido (de
hecho, yo no me había dado cuenta hasta que un día, paseando por Monza con
amigos de Alberto, uno de ellos hizo un comentario de sorpresa sobre una niña
en cochecito que tenía aretes y ahí me explicaron el por qué de su extrañeza).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otro ejemplo es el hecho que en Perú (o al
menos la gente que yo conozco) los niños le llaman “tío” o “tía” a todo adulto
que conocen, ya sean familiares de verdad o amigos de los papás. En Italia eso
tampoco es así -cuando recién conoció a mi “familia” (entre comillas porque yo
considero familia todos esos tíos que en verdad no lo son), Alberto estaba confundidísimo porque no entendía
nada y no sabía quién era tío de verdad y quién un amigo de familia. Allá, tíos
son los hermanos de los padres y de los abuelos, -ni siquiera los primos de los
padres (que son considerados también primos)- y, por lo tanto, sólo a ellos se
les llama “ti@”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y esos son sólo muestras, ejemplos de diferencias
culturales macro, hay muchas más que afectarán de manera directa la crianza, el
día a día de nuestros hijos. La conclusión es que junto al proceso usual que
toda pareja tiene que atravesar en la búsqueda de un sistema de crianza propio,
nosotros tendremos algunos “obstáculos” culturales adicionales, obstáculos que además,
aunque siempre existen (incluso cuando sólo somos los dos) normalmente se hacen
más evidentes en temas y ocasiones importantes (la organización de nuestro
matrimonio fue la primera vez que fui consciente de que para nosotros varias
cosas iban a ser más difíciles) y que, como pareja, ya más o menos habíamos conciliado
(con no pocas batallas) y que ahora tendremos que trabajar en nuestra faceta
como padres. Y, para qué negarlo, me da un poco de miedo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Justo ayer le comenté a Alberto que este tema
me estaba atormentando (él no veía tanto problema en el asunto… de hecho, él
desde antes estaba convencido de que, como de pareja estábamos tan bien “afinados”,
ser padres iba a ser facilísimo… ¡iluso!) y empezamos a hacer una especie de
lista de reglas básicas que nos gustaría tener con el bebe (leí que era bueno
hacer esto en mi libro de cabecera del embarazo y en otros lados). A pesar de
que desde el inicio de la lista empezaron a notarse las diferencias también hubo
varias coincidencias que me dieron tranquilidad así que, aunque veo avecinarse
varias batallas (cada uno tratando de defender e inculcar al bebe su “<i>italianidad</i>” y “<i>peruanidad</i>” respectivamente), creo que al final no va a ser TAN difícil
(o al menos eso espero).</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-4999927920703896332012-06-04T09:19:00.002-07:002012-06-04T09:19:29.882-07:00Nuestra primera clase de yoga<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="text-align: justify;">Hoy, después de una búsqueda incansable -tanto </span><i style="text-align: justify;">online</i><span style="text-align: justify;"> como por las calles de Budapest (hubieron
dos estudios que busqué bien vestida de yoga y que jamás encontré en las
direcciones que aparecían en internet)-, mi hijt@ y yo tuvimos nuestra primera clase
de yoga prenatal.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="text-align: justify;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sinceramente, me gustan más las clases de Yoga Agni
y Vinyasa (especialmente las de Agni) que tomaba antes de salir embarazada pero
debo admitir que estas clases prenatales parecen bastante útiles. Éramos cinco
mujeres en la clase, la “menos embarazada” –con mis 13 semanas exactas- era yo.
Una de ellas tenía 32 semanas, otras dos estaban bien pasadas las 20 y había
una más que tendría algunas semanas más que yo a juzgar por los tamaños de las panzas
de cada una. Yo era también la más nueva en la clase y la única que no hablaba
húngaro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando llegué, la profesora me dijo que tomara
un <i>mat</i> de yoga, dos colchas (¿?) y
dos almohadas largas (no eran tanto almohadas sino una especia de cojines en
forma de tubo) (otra vez, ¿?). Agarré mis cosas y me instalé al final del
salón. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">“Gracias” a mi falta de húngaro, la clase se
tuvo que volver bilingüe (la profesora me dijo que las podía hacer bilingües
hasta que yo le diga que ya entiendo las indicaciones en húngaro…o sea que podemos
asumir que seguirán así hasta diciembre que me toque dar a luz). Felizmente,
esto no pareció molestar a mis demás compañeras de clase. Lo que sí, era un
poco complicado para mí porque el húngaro y el inglés se intercalaban y tenía
que estar atenta a que no se me pase la indicación en inglés en medio de tanto
húngaro (porque además, siendo la profesora húngara, las partes en húngaro eran
mucho más largas y detalladas que las de inglés así que si no estaba “mosca” me
las podía perder). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A diferencia de mis clases “pre-embarazo” de las
que salía empapada de sudor y muerta del cansancio, esta vez no derramé ni una
gota y la verdad tampoco me tuve que esforzar mucho salvo por un par de
estiramientos (todo el progreso que había logrado parece que lo perdí en estas
10 semanas de para forzosa). Me imagino que esto tiene que ver también con el hecho que aún no cargo peso adicional en
la panza, ya iremos viendo cómo me va después. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esperaba una clase de yoga más “normal”, con muchas
asanas (modificadas para embarazadas claro) y más movimiento y lo que encontré
fueron muchos ejercicios de relajación y respiración, de control de músculos
perineales (que hasta antes de hoy no tenía idea de qué eran pero resulta que
su entrenamiento y fortalecimiento facilita el parto, puede impedir que te
hagan una episiotomía y facilita la recuperación de “esa zona” post parto), de
estiramientos pélvicos, varias posiciones que facilitan el trabajo de parto e
incluso la salida del bebe y hasta unos minutos de “baile” (por si se quedaron
con la curiosidad, resultó ser que las frazadas y cojines eran para facilitar
algunas posiciones sobre todo en el caso de las chicas más panzonas). Al
principio estaba un poco decepcionada pero al final de los 90 minutos, si sentí
que las clases valen la pena, que me van a servir y ya me compré mi pase de 10
clases para ir dos veces a la semana de ahora en adelante.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque todavía me siento desubicada poniéndome
en cuatro patas en posiciones de trabajo de parto o aprendiendo técnicas de
respiración, si creo que este tipo de clases te conecta de una manera especial
con el bebe y sólo por eso vale la pena ir desde ahora. Desde el inicio, te
piden que le hables a tu hij@ y que le digas que vas a empezar la clase, que
él/ella también se relaje, que te toques la panza, que le avises que ya va a
acabar. Es más, en la parte de relajación final te piden que mientras te vas
relajando, toques tu barriga en la parte en la que están las distintas partes
del bebe para que él/ella también se relaje (claro, como el mío es tan chiquito
y no tengo idea de donde está, yo me acariciaba toda la panza pero las demás
mujeres sí sabían más o menos cómo estaba posicionado su bebe y dónde tenían
que tocarse la barriga).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de que desde la última vez que fuimos al médico
-y vimos que nuestro bebe ya parece un bebe (y no un frejol cabezón) y que más
o menos tenemos una idea de qué sexo es (y por lo tanto de cómo se va a llamar)-
Alberto y yo hemos empezado a hablarle a mi barriga, la verdad es que siempre
lo hemos hecho más de broma (por ejemplo Alberto quejándose de mí por alguna
cosa y diciéndole que su mamá es una pesada y yo haciendo lo mismo y diciéndole
que no le haga caso a su papá o que no aprenda tal o cual cosa de su papá). Hoy
ha sido la primera vez que le he hablado en serio, que le he preguntado si le
estaba gustando la clase (porque con lo activo que es fácil se estaba
aburriendo con esto de los estiramientos y la relajación), que me he agarrado la
barriga con “amor” (aunque esto quizás no sea tan cierto, porque aunque a veces
me la agarro por costumbre, siempre lo hago con cariño) y que me he preguntado a
mi misma qué estará sintiendo/pensando (o si siquiera puede sentir o pensar
algo a estas alturas) con todos los movimientos raros que estaba haciendo. De
alguna manera, es linda la clase porque sientes que estás haciendo algo CON tu
bebe y, sobre todo, POR tu bebe (claro, y también por ti, porque si en verdad
esto va a hacer el parto más fácil, lo va a hacer más fácil para los dos) y
porque durante toda la clase eres cien por ciento consciente que eres una mujer
embarazada, que requieres ejercicios diferentes (sino estaría en la clase de
Yoga Agni que tanto me gusta) y te preocupas en cada minuto en pensar en la
personita que llevas dentro. En conclusión, sales de la clase sintiéndote más
embarazada que nunca y más cerca a tu bebit@.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡La verdad,
ya quiero que sea miércoles otra vez para ir a mi siguiente clase de yoga!</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-75892782842100267142012-05-30T13:05:00.000-07:002012-05-31T00:18:03.019-07:00Ha salido al papá<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy tuvimos nuestra
tercera cita médica. Era una cita particularmente importante porque tocaba
hacer las medidas y análisis de sangre para determinar la probabilidad de
síndrome de down y ver si son necesarias más pruebas. Acá, como en Estados
Unidos –creo que en Perú y en Italia sólo hacen la ecografía-, para hacer este
descarte no sólo miden el pliegue o traslucencia nucal (la cantidad de líquido
pseudo-linfático acumulado en la nuca del bebe) sino que además te hacen un
análisis de sangre en el que se analizan las cifras de Alfaproteina y la
fracción beta de Gonadotropina Coriónica (no me pregunten qué es eso que no
tengo idea y no es el tema del post, lo menciono sólo de manera informativa).
La combinación de los resultados de estos tres exámenes con el largo del bebe y
con la edad de la madre te dicen qué tan alto es el riesgo de que hayan
alteraciones cromosómicas. Dependiendo de eso se recomiendan más exámenes (como
la amniocentesis por ejemplo).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Aunque los resultados
del test de sangre aún están pendientes, por la medida del pliegue nuestro
hijit@ parece estar muy bien, lo máximo aceptable en la medida es 3mm y él/ella
tiene 1.5mm. O sea que se ve muy saludable.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora, volviendo al título del post, que me
imagino es lo que los tiene más intrigados, no sólo nuestro hij@ ha salido a su
padre en altura/longitud (ya nos dijo el doctor que es más alto del promedio)
sino que además ha salido deportista como Alberto. Al parecer lo agarramos
justo en el momento de su rutina diaria de ejercicios. Estaba parado, apoyado
en la placenta y hacía planchas contra la placenta (como los ejercicios de
pecho que uno hace apoyado en la pared, igualito) y, como si eso fuera poco, se
paraba y se agachaba una y otra vez. Si hubiera salido a mí, además de ser
menos largo y más gordito, estaría bien echado panza arriba dándose la buena
vida como los demás bebes que he visto en otras ecografías de esta época del
embarazo. Para ser sincera, fuera de bromas, ojalá que en verdad salga a
Alberto en ese aspecto (y en todos los que quiera…¡¡aunque en el carácter si
preferiría que salga a mí!!).</span></div>
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-SZH8ACYJ9pE/T8ZwhMOKomI/AAAAAAAAJtY/SvDSiFDxHzw/s1600/Jirafito+2012.05.30-corazon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-SZH8ACYJ9pE/T8ZwhMOKomI/AAAAAAAAJtY/SvDSiFDxHzw/s320/Jirafito+2012.05.30-corazon.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, sigo alucinada con la maravilla
de las ecografías, mejor dicho de la naturaleza (y de paso de las ecografías que
nos permiten dar una mirada y ver el milagro de la vida desde tan temprano). Es
increíble que un ser humano de apenas 7cm de largo tenga ya casi todo el
cuerpecito formado. Casi casi le podemos contar los dedos y cada una de las
vértebras de la columna mientras se mueve en el video que nos dieron. Es que ni
siquiera tengo palabras para describir lo que se siente…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En lo que respecta a mi proceso de
enamoramiento de nuestro bebé, ya ha empezado, y es cada vez más fuerte y veloz,
hasta me atrevería a decir que ahora si ya lo quiero y esto me hace muy feliz.
Estoy muy contenta de no tener que
esperar hasta sentirlo, verlo o conocerlo para amarlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sólo para terminar, y para dejarlos con el
suspenso, ya el doctor dio una opinión adelantada del sexo del bebé pero como
aún no es 100% seguro, lo mantenemos en secreto.</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-54971288362559983442012-05-28T10:41:00.000-07:002012-05-28T10:45:14.292-07:00Su primera ropita<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;">Hace dos sábados
Alberto llegó de Italia después de un viaje de un par de semanas. Dentro de su
equipaje traía un regalo que nos mandaba una amiga suya a quien no tengo el
gusto de conocer. Él, muy considerado, tuvo la gentileza de no abrir el regalo
hasta que estuviéramos los dos juntos (lo menciono porque la verdad no se si yo
hubiera sido tan gentil, es más, probablemente no). El regalo, además de ser la
primera ropita que nos han regalado (a excepción del babero que compró mi
hermano), es el primer regalo que tengo en mis manos (una querida amiga me
regaló una de esas telas para colgarme al bebe en el cuerpo pero no lo cuento
porque es más para mí que para el bebe).</span><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Dejando de lado que la ropita es linda, súper clásica y unisex y que las
sandalias son preciosas, lo memorable del evento no fue la ropita en sí si no
la reacción que ocasionó en mi. Como ya he dicho varias veces, hasta el momento
puedo casi jactarme de estar bastante bajo control en lo que respecta a las
hormonas, en el sentido de no tener cambios de humor marcados, de ponerme a
llorar por cualquier cosa o de estar pesada (al menos no más que de costumbre).
Pero hay algunos eventos, como el de la ropita, que me hacen recordar que de
alguna manera no soy la misma de antes y que si, a veces reacciono de maneras
inesperadas e irracionales.</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando abrí la
bolsita donde venía el regalo y saqué primero las sandalias de nuestro hijit@
empecé inmediatamente a llorar, y ni que se diga cuando saqué el conjuntito
verde con su camiseta blanca. Pero no es que se me salieron las lágrimas, no,
lloraba a sollozos, y la verdad no entendía bien por qué pero el asunto es que
no podía parar. Mientras tanto, Alberto se reía y yo me molestaba porque él se
reía mientras seguía llorando. Él me abrazaba y me explicaba que no se estaba
burlando de mí sino que le parecía tierno que llorara así y me preguntaba por
qué era que lloraba.</span></span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13.5pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-DbmtLPtahMk/T8O4QCW8dWI/AAAAAAAAJsU/Je_ZzSAxEUA/s1600/DSC07251.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-DbmtLPtahMk/T8O4QCW8dWI/AAAAAAAAJsU/Je_ZzSAxEUA/s320/DSC07251.JPG" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><b>Su primera ropita</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me la pasé llorando como 10 minutos mientras
doblaba la ropita y la guardaba, luego la volvía a mirar y así hasta que
finalmente se me pasó. Creo que lo que me hizo llorar no fue el detalle del
regalo (como les dije ni siquiera es que me emocionara por la remitente porque
no conozco a esta chica), ni la ropita en sí misma (creo que cualquier cosa
para el bebe hubiera tenido el mismo efecto), creo que fue el hecho de por
primera vez tener en mis manos algo que mi hijit@ se va a poner. Es como que en
ese instante me quedó claro –una vez más- que en 6 meses estará con nosotros
una personita que 6 meses después (porque la ropita es talla 6 meses) se
vestiría con ese conjunto y se verá precios@. Cada día (o quizás no cada día
pero cada tanto) hay pequeños eventos que te recuerdan la realidad del asunto,
que te hacen ver una vez más que, aunque hasta el momento no hayan mayores
señales externas (pero si una ilusión que crece día a día –junto con la panza-),
dentro de muy poco tiempo no seremos más dos, seremos tres y uno de los tres
dependerá 100% de nosotros y será lo máximo. Aunque no quiero que se pase
rápido el embarazo porque quiero disfrutar cada minuto, a veces siento que no
puedo esperar más a conocer a nuestro hijit@ (por lo pronto no puedo esperar
más a que sea miércoles y poder verl@ otra vez).</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Es
tan emocionante saber que dentro de nada todo va a cambiar… y que va cambiar para
mejor.</span></div>
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></span>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-41382374040974727252012-05-16T14:27:00.000-07:002012-05-16T14:27:58.248-07:00Mi(s) primer(os) día(s) de la madre<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Empezando el 6 de mayo y hasta el día 13, he
tenido 3 días de la madre. El 6, el </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">Anyák
Napja</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">, es decir el día la madre húngaro; el 10 de mayo, el día de la madre
mexicano (que lo supe no porque mi hermano viva en México sino porque ese día
era la reunión matutina mensual del grupo hispanohablante al que frecuento y en
el que lo que más hay son mexicanas –seguidas de peruanas-) y el 13 el día de
la madre peruano.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De todos estos, podríamos decir que no festejé
ninguno. La celebración húngara de plano me la olvidé. Ni me acordé que era el domingo 6. Había visto
en las tiendas los anuncios por el día de la madre pero la verdad nunca me
detuve a pensar (o recordar, porque ya el año pasado estábamos acá) cuándo era.
Creo que asumí que era igual que el peruano. El mexicano se podría decir que si
lo celebré pero en verdad no tanto. Como les dije, fui a la reunión del grupo hispanohablante,
se conmemoró el día y hasta nos dieron un clavel a todas las mujeres (a todas,
madres y no madres sin distinción) pero como todavía no había hecho público mi
embarazo como que no me sentí muy agasajada. Finalmente, en el día de la madre
peruano tampoco me sentí muy festejada que digamos. Para empezar, acá ya no era
el día de la madre, Alberto no estaba en Budapest (y en Italia no es que se
celebra con tanto entusiasmo –o por lo menos él y su familia no lo celebran con
tanto entusiasmo-) y yo, para colmo, no
tengo ni bebe ni panza que de fe de mi embarazo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero más allá del hecho de haber hecho público
o no el embarazo, de que Alberto haya o no haya estado conmigo y aunque en Lima
mi familia me recordó y festejó como si estuviera ahí y mis amigos me mandaron muchísimos
saludos (porque además, fue el 13 de mayo el día que elegí para hacer
totalmente público, léase “facebook”, público mi dulce espera), la razón por la
que no me sentí celebrada o por la que no celebré el día con mis amigos acá
(aunque si me compré un auto regalo del día de la madre, ya saben, cualquier
pretexto es bueno) es porque todavía no me siento muy identificada con la fecha
y no me siento identificada con la fecha porque aún no asumo mi condición de madre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-RJTlx9iybpw/T7Qa9KzBYDI/AAAAAAAAJsA/xD_jOvGdjBI/s1600/Tarjeta+del+dia+de+la+Madre+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-RJTlx9iybpw/T7Qa9KzBYDI/AAAAAAAAJsA/xD_jOvGdjBI/s320/Tarjeta+del+dia+de+la+Madre+1.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><b>Mi primera tarjeta del Día de la Madre</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><b><br /></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-mhKFgdTNKgE/T7Qa-UPnqeI/AAAAAAAAJsI/-qYKw6OrhN4/s1600/Tarjeta+del+dia+de+la+Madre+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-mhKFgdTNKgE/T7Qa-UPnqeI/AAAAAAAAJsI/-qYKw6OrhN4/s320/Tarjeta+del+dia+de+la+Madre+2.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de ser 100% consciente de que cada
segundo que pasa y mientras escribo este post estoy creando una nueva vida y
que ya eso me hace madre (¡qué lindo suena!), la verdad es que todavía no me
siento muy madre que digamos. Y no me siento madre, entre otras cosas, porque
todavía no hay evidencia física de todo lo que está pasando en mi interior. Y
aún con evidencia física, es una fecha que nunca ha sido mía, siempre ha sido
para mi mamá y mis abuelas y seguro me va a costar sentirla como propia. Probablemente,
si tuviera más meses de embarazo, si ya tuviera panza (de embarazo no de la
otra) y estuviera vestida con cosas de maternidad, me hubiera sentido un poco
distinta…o tal vez no. Quizás estar en Lima con mi familia (bien entusiasta
ella con este tipo –y todo tipo- de celebraciones) hubiera ayudado pero creo que
aún estando ahí me hubiera sentido medio desubicada en el agasajo. Y lo creo
porque se de amigas mías embarazadas que estando en Lima con sus familias se
sintieron muy raras y un poco ajenas a tanto brindis en su nombre. Y es que
como me decía una amiga, una está acostumbrada a tener cumpleaños y nada más,
nunca hemos tenido otra celebración (dejando de lado el típico saludo por el
día del abogado o el día del maestro, pero esos no cuentan)… y como a todo, hay
que acostumbrarse.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que si, espero con ansias el próximo día de
la madre. Y si estoy en Budapest lo celebraré los tres días y si estoy en Lima lo
festejaré sólo en el día peruano pero estando con toda mi familia, la
celebración valdrá por tres.</span></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-82590137827590599082012-05-16T12:20:00.001-07:002012-05-16T12:21:20.920-07:00¡Ya mueve sus patitas!<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El viernes pasado tuvimos nuestra segunda cita
médica. “Tuvimos” en este caso,</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">incluye
a mi hijit@ y a mí. Lamentablemente, por motivos de trabajo, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto no pudo ir con nosotros. Por más que
tratamos de adelantar o atrasar la cita para que él pudiera estar, el doctor
insistió en que fuéramos en la fecha original. Para ser sincera, dejando de
lado el hecho de que quiero que Alberto viva conmigo de la manera más cercana
posible, cada uno de los eventos del embarazo (digo, ya que no va a cargar la
panza –aunque él también están engordado y dicen que es muy normal en los
futuros padres- y no va a sentir las patadas, por lo menos que vea todas las
ecografías, ¿no?), no es que necesite que vaya conmigo como apoyo moral. Yo
siempre he sido muy </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">independiente, he
hecho todo sola y he ido a todas mis citas médicas también sola. La razón
principal por la que queríamos ir juntos (además de la ya mencionada de
compartir lo más posible el embarazo) era por si algo no estaba bien.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como conté en el post sobre nuestras primera
cita, la primera vez que tuvimos un chequeo el bebe aún no estaba en el saco
amniótico y aunque esto es muy normal en la etapa del embarazo en la que
estaba, igual siempre está el riesgo de que el saco no se llene nunca y el
embarazo termine en pérdida. A diferencia de otras mujeres, a mi el saber estas
cosas (las cosas que pueden ir mal) me hace bien, la información me
tranquiliza. Soy de las que prefiere saber todo y de las que –felizmente- no se
queda con lo malo sino con lo bueno. Esto no significa que no ignore los riesgos y posibilidades, pero digamos que no me mortifican. Por eso queríamos
ir juntos, porque si las cosas no iban bien, hubiera sido un poco triste estar
sola. Al final, a pesar de que más de una amiga se ofreció para ir conmigo,
decidí, como siempre, ir sola (empujada un poco por la enfermera de la clínica
y por mi instinto que me decían que todo estaba bien).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La verdad es que estaba tranquila, digamos que
95% tranquila. Contra todos los pronósticos, las cuatro semanas de espera entre
una cita y otra no se me hicieron eternas. Tampoco fue como la primera cita que
casi no dormí. Esta vez estaba confiada de que todo estaba bien (aunque los
síntomas de embarazo pueden continuar luego de una pérdida los míos eran cada
vez más fuertes y eso me daba calma) pero mentiría si les digo que no había un
5% de mi que estaba preparado (si es que se puede estar preparado) para que
algo saliera mal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que si no ayudó mucho a mi paz y
tranquilidad fue que una vez que entré al consultorio del Dr. Kosztin, muy
considerado él, trató de evitarme la molestia de una ecografía transvaginal y
quiso ver al bebe desde la panza (aunque yo misma le dije que creía que estaba
muy chiquito). Tal y como lo predije, no se veía nada. Por un minuto (que fue
lo que duró su intento de buscar al bebe) pensé que no lo encontraba porque no
estaba. Ahí sí me preocupé un poquito, felizmente no tuve mucho tiempo para asustarme
porque entre que me puse la bata a paso veloz y se reinició la ecografía no
pasó ni un minuto. Y fue ahí cuando
apareció, bien lindo él (o ella), en todo su esplendor, moviendo sus bracitos y
sus patitas. Bien cabezón mi frejolito, con su corazón latiendo fuerte y claro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-22LP7ymgRk0/T7P8Hq-lZ0I/AAAAAAAAJr0/xR9gLIUO9JM/s1600/Jirafita+11.05.2012-corazon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-22LP7ymgRk0/T7P8Hq-lZ0I/AAAAAAAAJr0/xR9gLIUO9JM/s320/Jirafita+11.05.2012-corazon.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las que son madres y han pasado por esto saben
que es difícil explicar con palabras lo que se siente. Definitivamente “emoción” sería una de las palabras más
cercanas. Para mí fue también una mezcla entre alegría y alivio, no sé en qué
proporción cada una y, aunque yo no soy TAN llorona, no pude contener las
lágrimas, primero cuando recién lo vi, y luego cuándo escuché el corazón.
Aunque había estado tranquila antes de la cita, ahí me di cuenta que ahora si, en
verdad, estaba tranquila.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ya han pasado varios días desde la visita
médica y aún no sé si ya puedo decir que quiero a mi hijit@ pero
definitivamente si puedo decir que algo cambió. Algo importante pasó. Desde ese
día ya me lo imagino, ya lo puedo ver como un bebe fuera del vientre, todavía
sin cara, pero si con un enterizo blanco con bordes celeste (porque sigo
sintiendo que es hombrecito), ya me puedo ver cargándolo, no de recién nacido
pero si de un par de meses, o me lo puedo imaginar en su coche, paseando. Eso
no me había pasado antes del viernes. Ahora
me sale con más facilidad hablar de él/ella, referirme a mi hijit@ o a mi
frejolito; el haber visto que está ahí, que ahora si está ahí de verdad, lo ha
hecho mucho más real (aunque debo confesar que desde la semana anterior ya había
empezado a emocionarme viendo decoración para cuartos, baby showers y
cochecitos…gracias mi mamá que me contagia su emoción) y me ha hecho sentir más
feliz.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto por su parte, aunque no estuvo presente
en cuerpo, estuvo más que presente en espíritu (y en teléfono). Él estaba en Italia
más nervioso que yo, tuvo que tomar valeriana antes de ir a trabajar y mandaba
mensajes y/o llamaba cada 5 minutos desde la hora de mi cita hasta la hora en
la que finalmente entré y obviamente cuando salí (nótese que en plena consulta
le mandé un sms diciéndole que todo estaba bien). Obviamente fue el primero en
ver la foto de la ecografía (aunque no el primero de ver el video por falta de
internet mientras viajaba dentro de Italia), seguido de mi hermano que estaba
despierto en México y esperando que salga del consultorio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por si alguno se está preguntando cuántas
semanas de embarazo tengo (ahora que ya pudieron medir al bebe que, por cierto, mide 2.84cm), pues resulta
que tengo las semanas que yo siempre dije que tenía (o mejor dicho, que mi aplicación
de Ipod decía que tenía), es decir, al día de hoy, 10 semanas y 3 días (tomando
como referencia el día de la concepción). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como se imaginarán, todavía no sabemos si es
niño o niña, aun es muy pronto y la verdad es que una vez que lo vi moviéndose ni
siquiera se me ocurrió preguntar si se podía ver algo. No se si porque sabía que
aún es muy pronto para ver algo o si porque en verdad, como dicen todos, al
final no importa y en verdad uno sólo quiere que esté sano.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de esta cita, y viendo que todo estaba
bien, Alberto y yo decidimos hacer público el embarazo. Antes de hacerlo público, y para no
interrumpir a Alberto mientras estaba trabajando en el curso en el que está, le
mandé un mail preguntándole si ahora que todo estaba bien podíamos decirle a todos o si prefería esperar a la semana 12 que oficialmente acaban
los riesgos. Medio minuto después me llamó, ligeramente asustado,
preguntándome que por qué teníamos que esperar si él ya le había dicho a medio
curso incluyendo a un montón de desconocidos. ¿Después quién era el que no
quería decirle NADA a NADIE, no?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"></span></div>
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez más quiero agradecer a todos nuestros familiares, amigos y conocidos que se emocionan tanto por nosotros cuando les contamos la noticia. Gracias por las cosas tan lindas que nos dicen y por alegrarse tan sincera y genuinamente. Quiero en especial mencionar una de las palabras más bonitas y reconfortantes que me han dicho en estos días: “Que niño más feliz será con una mami como tú.” Gracias Erickson, aunque no soy TAN llorona, me hiciste llorar.</span></span>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-815088912113800722012-05-10T08:36:00.002-07:002012-05-13T02:08:21.679-07:00So far, TOO good…<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como dije en el post anterior, todavía no me
siento conectada con mi hijit@. Eso no quiere decir que no esté felicísima,
emocionadísima, ilusionadísima y demás “isímas” –como diría mi prima Deb- con
el embarazo y con la llegada de nuestro bebe ni que no esté disfrutando de cada
minuto (bueno, no de todos los minutos pero si del 95%) de este “estado de
privilegios”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y es que hay tantas cosas que disfrutar, que
saborear, que sentir, que la verdad no puedo más que agradecer la suerte de
haber nacido mujer y de poder vivir y experimentar este proceso en carne
propia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque algunos de los cambios físicos o
síntomas no sean los más maravillosos o agradables del mundo, el solo hecho de verlos
ocurrir ya es de por si increíble. Ver cómo va cambiando el cuerpo, como se va
preparando para lo que viene, es simplemente alucinante. Ser testigo de la
naturaleza en acción en carne propia es una experiencia maravillosa desde todos
los puntos de vista. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si bien físicamente el cambio más notorio no es
la panza todavía (aunque creo que desde hace unos días ha empezado a hacer una
tímida aparición, y digo creo porque a veces ya no la veo más así que no sé si
es panza de embarazo o de estómago revuelto), el pecho si da muestras claras de
que algo está pasando adentro mío. Y las muestras empezaron a los pocos días de
enterarme que estaba encinta. No solo la talla ha cambiado (para alegría de
Alberto) si no también la forma, el color, las venas… es realmente sorprendente observar día a día e
ir notando cambios. Y aunque hasta el momento no siento que el embarazo me haya
dado un resplandor especial o que me esté haciendo ver más bonita, Alberto dice que
mis ojos brillan tanto que siempre parece que tengo lágrimas o que voy a llorar…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Emocionalmente, (felizmente) no siento que sea
presa de las hormonas, no me ha dado por llorar sin motivos y no creo estar
particularmente más sensible que antes (digamos que lloro con las mismas
películas o series con las que lloraba antes) –y antes que digan que habría que
preguntarle a Alberto, le he preguntado y dice que el chinche de la familia
sigue siendo él- pero si siento que el
embarazo te da cierta perspectiva y, de alguna manera, te reorganiza las
prioridades de manera inconsciente. No es que yo ande pensando todo el día que
estoy embarazada y que ahora debo cambiar mi forma de pensar sino que de manera
automática y por alguna extraña influencia de la naturaleza, te importan menos
las cosas menos importantes…mejor dicho, ahora son más las cosas que son menos
importantes…total, ¿qué puede ser más importante que cuidarte y tener un buen
embarazo?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por dar un ejemplo, ¿se acuerdan que dije que estudiaría
<i>life coaching</i>? Pues el plan se
frustró (al menos por el momento, o mejor dicho, al menos de la forma como
estaba originalmente pensado) por razones ajenas a mí y, aunque en el primer
momento me molestó mucho, la verdad es que ahora no me importa tanto. No
desistiré en mi intento de estudiar y sigo buscando alternativas pero tampoco
me quita el sueño el no hacerlo. Ya no es tan importante.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En cuanto a los síntomas, ya no puedo jactarme
de no sentir nauseas, la semana 9 hizo su aparición con unas sensaciones de
fastidio y acidez que no había sentido antes y que no me dejaban comer nada y hasta
me tuvieron echada un buen rato. Para ser sincera, no eran tan graves tampoco
pero malacostumbrada a no sentir nada (salvo la urgencia de ir al baño cada 10 minutos
y un poco de sueño y languidez) si se me hicieron (y se me hacen) medio pesadas
e incómodas. Eso si, cada vez que pienso en quejarme me acuerdo de tantas
amigas o conocidas que se pasaron el primer trimestre pegadas al baño vomitando
o hasta en el hospital por deshidratación y me quedo callada. Al final, un mal
día mío es un día excelente en el embarazo de muchas mujeres.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra de las cosas que me llaman la atención en
este proceso es el tema de la comida, los “antojos” y las
preferencias alimentarias. Mis gustos
alimenticios cambian casi dejando un día. Mi relación con el pollo ha mejorado
(lo he comido a la plancha como complemento de alguna ensalada pero no se me
ocurre cocinarlo o comerlo en guisos o platos con jugos…lo mismo con las
carnes). También mi relación con los chocolates ha mejorado </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">(aunque igual no los como como los comía antes) </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">pero lamentablemente no puedo decir lo mismo de la
torta de zanahoria. Hace unas semanas hice una torta de zanahoria que estaba
buenísima (felizmente la probé el primer día que la hice) y que al día
siguiente de hacerla tuve que esconderla en el horno porque no podía ni verla.
Literalmente, no podía verla…y ni que se diga olerla. De sólo pensarlo me da
guácala otra vez. Lo mismo ha pasado con
la ensalada griega de la que tanto había hablado en post anteriores, fui,
conseguí mi queso feta pasteurizado, la comí feliz varios días hasta que
repentinamente no la quise comer más aún teniendo todos los ingredientes para
hacerla (de hecho, tengo un paquete de
queso feta en la refrigeradora hace 1 semana –no se preocupen que no está
vencido- y acabo de tener que botar un pepino porque se malogró). Lo de los
antojos por su parte (exceptuando los que me dan cuando me siento medio mal que
suelen ser carbohidratos salados como papas fritas, tortillas chips y galletas
saladas que ayudan a quitar las nauseas) los siento como si fueran llamados de
mi propio cuerpo que me va diciendo las cosas que necesito y que me hacen bien,
se me ha dado por tomar mucha leche, se me antojan huevos, pistachos, palta,
verduras y frutas y, en general, cosas
que luego, leyendo, me entero que son importantísimos en una buena alimentación
durante el embarazo. Y lo mismo ocurre al contrario, ya no se me antoja para
nada un café, por muy café </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">latte</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> o café
</span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">melange</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> que sea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero la parte que más me gusta hasta ahora de
todo el embarazo, es la relación de pareja. Yo que estaba preocupada por cómo
cambiaría, tengo que decir que ha cambiado para mejor (seguro no diré lo mismo
cuando ya esté acá el bebe…o quién sabe). Es una de las etapas más lindas que
como pareja estamos viviendo. Sinceramente creo que Alberto está más enamorado
de mí que nunca. Me encanta verlo queriendo participar del proceso desde afuera
(imagino que debe ser muy raro para los hombres ser espectadores de un proceso
tan especial) de todas las formas posibles. Desde cuidándome y protegiéndome lo
más posible (si por él fuera me tendría metida en la casa descansando todo el
día), comprándome lo que me den ganas de comer cuando no me siento bien,
ofreciéndose a echarme la crema anti
estrías en la panza, abrazándome y diciéndome que me ama </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">cuando está dormido </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">(luego no se acuerda que lo dijo, aunque también lo dice cuando está despierto...y ahí si se acuerda)… En
verdad, es lindísimo conocer a tu pareja en esta etapa… y lo más lindo es que
aunque sabe que soy la futura madre de su hijo (y seguro me quiere más por eso),
él siempre quiere verme como su esposa, y quererme sólo por eso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En general, en mi
experiencia (lamentablemente muchas mujeres, por distintas razones, no tienen
la suerte que tengo yo) estar embarazada, con todas las partes difíciles que
puede tener (y que, gracias al cielo, yo no estoy viviendo mucho) es o puede
ser un proceso lindísimo, 100% recomendable, que te hace sentir especial, que
te hace sentir querida e importante (¡y eso que estoy lejos de mi familia,
imagínense si estuviera con mis papás y mi hermano, ahí si que me malcrío!)…que
te hace sentir muy feliz.</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-26720508265142526722012-05-06T15:59:00.000-07:002012-05-10T07:34:17.554-07:00¿No tan emocionada?<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace unos días, una de mis queridas amiga de Lima me dijo que no me
sentía tan emocionada cuando hablaba del embarazo (en realidad ni siquiera
estábamos hablando, estábamos chateando). Justo me lo dijo días después que
leyera, en un status de facebook, uno de estos mensajes en serie que la gente a
veces pone (admito que alguna vez he puesto yo alguno también) para expresar su
amor o admiración a algún ser querido, ya sea madre, padre, hermanos, etc. En
este caso el mensaje iba dirigido a los hijos y comenzaba con algo así como “Te
amé desde el día que vi el resultado positivo del test de embarazo…”. Recuerdo
claramente que cuando leí este mensaje pensé “o yo soy una pésima madre o esta
persona está un poco loca (o, en todo caso, es un poco exagerada)”.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me imagino que hay mil y una maneras de vivir
la maternidad y que cada mujer tiene una experiencia distinta, una historia
diferente que contar y una forma particular de ver la vida y el embarazo. Personalmente,
estoy disfrutando esta etapa a mi manera y por mil cosas –que mencionaré más
adelante, en otro post- pero mentiría si les digo que en este momento, teniendo exactamente 9
semanas de embarazo (9 según mi cálculo, ya sabemos que resulta que hay más de
una forma de contar y que recién sabremos las semanas exactas una vez que tenga
la segunda ecografía), amo a mi hij@ con todo mi corazón o siento una conexión
especial con él/ella. Pues no, me encantaría decir que sí, me encantaría sentir
ese amor incomparable que todas las madres que conozco sienten por sus hijos
pero la verdad es que no es así….todavía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de pensar en todo esto le pregunté a
varias amigas que son madres cuál fue su experiencia y la verdad es que al
final, todas habían tenido más o menos una experiencia parecida a la mía, me
decían que para ellas fue igual que como está siendo para mí. Para algunas la
conexión empezó al escuchar los latidos del corazón del bebe, para otras con un
susto o amenaza de pérdida durante el embarazo que les hizo notar que se morían
si le pasaba algo a su hijo, otras necesitaron que las patearan desde adentro y
algunas también se enamoraron recién el día del parto, o incluso después de
eso, cuando empezaron a conocer a su retoño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estando a una semana de mi próxima cita médica espero,
con toda sinceridad, que el escuchar los latidos del corazón de mi hij@ me haga
quererlo desde ya, espero no tener que esperar a sentirlo dentro o a verlo por
primera vez para sentirme mamá de verdad, para sentir que no puedo vivir sin él….pero
si no pasa ahora (mejor dicho, el próximo viernes), pasará cuando tenga que
pasar y, desde el momento que pase, l@ amaré
con todo mi corazón y para siempre. De eso si estoy más que segura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, creo que de alguna manera aunque
la conexión no se sienta o tarde en sentirse, todas (o casi todas) las mujeres
embarazadas, de una manera u otra queremos a nuestros hijos sin que lo sintamos
tan claramente… Lo demostramos todos los días que nos cuidamos comiendo bien,
tomando nuestra vitaminas, yendo a nuestras citas médicas, haciendo ejercicios
moderados, privándonos de cosas que nos gustan, en general, tratando de hacer
un embarazo saludable para que el bebe crezca sano y fuerte en nuestra panza. ¿Qué mayor muestra de amor que esa? Yo, por lo menos en este sentido, si quiero mucho a mi hij@.</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-15783364523782284142012-04-16T10:44:00.004-07:002012-05-10T07:51:42.638-07:00Bye bye pollo…<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta el momento tengo la suerte de poder decir
que mi embarazo es lindo y maravilloso, que no tengo ningún síntoma que me
mate, salvo por el esporádico hincón al lado derecho (que ya casi ha
desaparecido por cierto), por ahí un dolor de cabeza leve (pero los tenía
también antes así que por qué culpar a mi pobre hijit@), un poco de sueño (pero
que, aunque está empezando a manifestarse durante el día, </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">mayormente viene de noche, o sea, en la noche
estoy más muerta que de costumbre y en la mañana me cuesta más de lo normal levantarme),
por ahí una sensación de llenura que me quita el hambre (cosa que agradezco
bastante) y unas ligeras –muy ligeras- náuseas que más que darme ganas de
vomitar simplemente me quitan las ganas de comer (¡otra vez GRACIAS!). Ya que
menciono las</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">nauseas, y que esto sea un
paréntesis a mi relato, les cuento que cada vez que le digo a Alberto que tengo
nauseas él se pone muy contento porque, según su lógica, mientras más nauseas o
síntomas (pero parece que en especial nauseas) sienta, más embarazada estoy y mejor
“se ha agarrado el bebe”… Se ve que él no es el de los síntomas…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si los próximos
8 meses siguen así, no podré más que agradecer a la naturaleza y a quien
corresponda por la buena suerte que tengo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de lo que he dicho, debo comunicar que en
todo este proceso si ha habido una primera baja importante en mi alimentación: EL
POLLO. El pollo que normalmente es la carne que como con más frecuencia, que
normalmente me encanta a la plancha, al horno, salteado con verduras o acompañado
de mi típica ensalada… Por alguna extraña razón creo que el pobre pollo (y en
general, la carne, aunque no los embutidos, ¡me acabo de comer una rodaja de
salame sin ningún problema!), no va a ser muy amigo mío en los próximos meses. La
verdad, ni siquiera estoy segura de si lo que siento son náuseas (porque nunca
he sentido creo, no recuerdo jamás haber tenido que correr a vomitar por ningún
motivo), pero si estoy segura que pensar en pollo (o en carne) me da un poco de “guácala”
y que no se me antoja para nada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra cosa que felizmente no se me está
antojando mucho son los dulces. Cero chocolates. Aunque yo históricamente
siempre he sido más de cosas saladas que dulces (excepto por los helados que
siempre son mis favoritos), desde que me casé -y por culpa de Alberto que no
puede vivir sin chocolate, el chocolate se ha vuelto un infaltable en mi vida.
No hay día –o mejor dicho noche- que luego de cenar y mientras vemos una serie
en la tele (serie en DVD porque no tenemos cable) no me coma aunque sea un
cuadradito de chocolate, eso sí, generalmente <i>bitter </i>(o a veces, cuando tengo, un Sorrento o un Sublime). Pues
desde hace unos días puedo pasear con un Sorrento por la casa por horas y no
comérmelo…NUNCA ANTES VISTO. Lo mismo me pasó ayer luego de cenar, tenía ganas
del típico dulcecito, traje la caja de chocolates, la puse al lado mío mientras
estaba en la computadora, dieron las 11 de la noche y ahí seguía la caja,
intacta. Una vez más: ¡NUNCA ANTES VISTO!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por el momento, las cosas que me dan más ganas
de comer son las cosas frescas, los tomates, los pepinos, los kiwis, así que
vamos bien. He decidido que mañana emprenderé una búsqueda exhaustiva de queso
feta pasteurizado por la ciudad (no creo que sea muy difícil de encontrar, de
hecho, tengo las sospecha que el que comía siempre es pasteurizado) porque se
me antoja mucho una ensalada griega. Esperemos que los “antojos” (aunque en
verdad no siento que TENGA que comer algo en particular, simplemente es una
ligera preferencia por ciertas cosas que además me gustaban desde antes) sigan
por el camino saludable y que mantenga el aumento de peso “a raya” (admito que es una de las cosas que me atormentan un poco, los que me conocen
saben que vivo a dieta porque de respirar engordo así que ahora estoy siendo
especialmente cuidadosa con mi alimentación, especialmente porque el embarazo
me llegó con 4 kilos “post Navidad en Lima” de más).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Bueno, estas son las “bajas” en mi dieta hasta
el momento, esperemos que no sean muchas en los próximos meses y que las que
sean, sean de aquellas no tan importantes, es decir, aquellas que me aportan
nutrientes que puedo fácilmente encontrar en otros lados.</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-22281605634301292642012-04-13T13:25:00.004-07:002012-05-10T08:15:47.985-07:00Nuestra primera cita médica.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy fue nuestra primera cita con el doctor.
Debo reconocer que estaba un poco nerviosa desde la noche anterior. De hecho no
dormí muy bien, mejor dicho, no dormí mucho. A las 5:40am me desperté (en una
de mis cada vez más frecuentes visitas al baño) y terminé levantándome 20
minutos más tarde. Luego de una hora de dar vueltas y hacer cosas pendientes, regresé a mi cama y dormité por 30 minutos más. Una vez levantada –ahora si definitivamente- mientras me alistaba, decidí ponerme la medallita que mi hermano le
regaló al bebe (en ese momento aún no existente) en navidad (digo, si el regalo era para que
se lo ponga a él y él está adentro mío, y la idea es que lo cuide, entonces me
pareció apropiado ponérmelo yo, ¿lógico, no?).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Llegamos tempranito al consultorio (previa
valeriana para Alberto). Nuestra cita era las 9:30am pero estábamos ahí desde
las 9am. Para nuestra buena suerte el paciente anterior a nosotros no llegó y,
luego de medirme la presión, preguntarme mi talla y mi peso, nos hicieron pasar
rápidamente al consultorio del Dr. Kosztin, mi médico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El doctor, que me conoce casi desde que llegué
a Budapest y que sabía que queríamos un "hungarito", estaba contentísimo con mi embarazo (“<i>Oh!! I am very glad</i>!!” decía a
cada rato). Me hizo las preguntas típicas, y luego me hizo pasar al cambiador
para prepararme para la ecografía. ¡Por fin íbamos a ver al bebe!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo salió bien, todo estaba como debía estar según
el doctor pero para mí igual fue medio desilusionante. ¡Básicamente porque no
vimos al bebe si no más bien a sus futuros aposentos! <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre he leído en todas partes –y de hecho es
así según me confirmó el Dr. Kosztin- que las semanas de embarazo se cuentan
desde el primer día del último periodo menstrual (y la fecha de parto se
calcula para 40 semanas después de ese día). Así, aunque </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">la concepción </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">no ocurre normalmente en</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">ese momento sino </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">después -de hecho en mi caso ocurrió 19 días después-, yo tendría según esa teoría 6 semanas y 1 día y, por lo tanto,
de acuerdo a lo que había leído, había la posibilidad de oír los latidos del bebe. Bueno, resulta que esto no es tan definitivo
como yo creía, sino que hay otros factores que definen el número de semanas.
Uno de estos factores es el grado de desarrollo del embrión o del saco
amniótico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por estos otros factores, mi ecografía indicó que
tengo más bien entre 4 y 5 semanas de embarazo ya que se veía el saco amniótico
pero aún estaba vacío (el doctor dijo que una vez que se vea el embrión y que
lo pueda medir podrá dar con más precisión el número real de semanas). Yo sé (y
lo sabía antes ir) que esto es normal porque ya me lo habían comentado algunas
amigas pero en el fondo de mi
corazón albergaba la esperanza de poder escuchar los latidos del corazón de mi
hijit@, así como quien ya se relajaba un
poco más con la tranquilidad de saber que una vez que se oyen los latidos, las
posibilidades de que algo salga mal se reducen considerablemente. Pero ni modo,
habrá que esperar 4 semanas más (¡que seguro se me van a hacer un poco largas!) y tendré que tener
en consideración para mis próximas lecturas que, al final, las semanas se
pueden contar de más de una forma y teniendo en cuenta más de un factor. Eso
sí, los cálculos del Dr. Kosztin y los míos estaban casi de acuerdo con
respecto a la fecha posible de parto, él
dijo 7 de diciembre, yo digo 10 (bueno, no yo, mi aplicación que calcula en
función a la fecha de concepción). Así que por ahí estamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/--9EUZWkML_Q/T4iKxDPJZ0I/AAAAAAAAJqk/qz-ZV-3opbE/s1600/Jirafita+13.04.2012-corazon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/--9EUZWkML_Q/T4iKxDPJZ0I/AAAAAAAAJqk/qz-ZV-3opbE/s320/Jirafita+13.04.2012-corazon.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de la ecografía el doctor me dio las
indicaciones básicas. No teñirme el pelo (cosa que no hago nunca…¡aunque no
falte mucho para que empiece!), no pintarme las uñas, tener cuidado con el
pescado - especialmente si es crudo-, tomar mis vitaminas siempre, hacer
deporte moderado (¡dijo claramente que nada de kickboxing!), no tomar alcohol
(pero dijo que una cerveza o una copa de vino tinto de vez en cuando no eran
perjudiciales), no fumar, no tomar baños de tina calientes o ir a los baños termales
de Budapest y creo que nada más. Me
gustaron sus indicaciones porque, si bien yo las sabía todas, fue bastante
relajado al momento de darlas y no prohibió dramáticamente casi nada (o al menos algunas cosas que se que algunos médicos prohiben). En ningún
momento trató de asustarme sino todo lo contrario. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En algunas páginas web uno lee (o también escucha </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">decir </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">a la gente ) que hay que “dejar de tomar café”, “no comer queso feta”, “no
comer nada crudo”, pero ni en Italia les prohíben el café a las italianas embarazadas
ni en Grecia el queso feta a las griegas y no creo que en Japón dejen de comer
sushi al 100% durante el embarazo (lo de Italia y Grecia lo sé por cierto, lo
de Japón tendría que averiguarlo). Al final yo creo que el secreto está en tener
cuidado, comer muy sano y estar atento pero sin ser extremista (ni obsesiva) en
nada. Definitivamente no pienso comer sushi todos los días pero quizás luego de
pasados los tres primeros meses me anime a comer un roll o a probar un poquito de
ceviche o de tiradito de pescado (como he visto hacer a más de una mujer
encinta); no comeré mi ensalada griega que tanto me gusta una vez a la semana
como solía hacer pero un pedazo de queso feta una vez al mes tampoco creo que
me vaya a matar (como no ha matado a alguna amiga comer queso no pasteurizado
de vez en cuando). Lo mismo con el café, yo no soy especialmente cafetera y puedo prescindir de él pero
mi café semanal con mi amiga Jessica en alguno de los hermoso cafés de Budapest seguro que me lo tomaré. Al final, bastantes
de estas recomendaciones tienen mucho que ver con el país en el que nos toca
estar embarazadas, con sus tradiciones y cultura gastronómica (y lo
mismo ocurre con el protocolo médico para el periodo de embarazo: los
diferentes exámenes que se hacen a la mujer encinta varían de país a país -cosa
que yo no sabía, pero esto ya será motivo de otro post).</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Finalmente, el doctor me mandó unos análisis de sangre para la próxima semana y una cita con el oftalmólogo porque resulta que los problemas de visión también son típicos del embarazo y es uno de los pocos síntomas que estoy sintiendo yo. Eso es todo por ahora, ¡más reportes médicos en 4 semanas! ¡así que paciencia (me lo estoy diciendo más a mi que a ustedes)!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX">
<o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-81897060445042824182012-04-10T05:12:00.003-07:002012-05-10T08:19:40.530-07:00El poder de un babero.<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todos estos días, desde que nos enteramos de
nuestra próxima e inminente paternidad y como ya les comenté, he estado muy
rara. Hasta ayer no sabía ni cómo explicarlo. Tenía momentos de emoción
absoluta en los que como que me daba cuenta de lo que estaba pasando y le decía
a Alberto “¿te has dado cuenta que somos 3 en esta casa?” (y él me respondía
que “somos 2 y un “poquito””) y luego otra vez sentía la misma “rareza”. Conversándolo
con una amiga –mejor dicho “skypeándolo”-, tratando de poner en palabras lo que
sentía (o lo que no sentía) encontré finalmente la palabra que buscaba. Estaba
adormecida. Eso era, era como que no sentía nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los que han estado en contacto conmigo en los
últimos meses saben que, aunque siempre estoy o soy bastante feliz –mi teoría
es que la felicidad más que momentos es un estado-, últimamente estaba
particularmente contenta. Tenía un plan para mí. Había decidido volver a
estudiar, reentrenarme y hacer un “cambio” de carrera (más que un cambio, había
decidió tener una carrera alternativa) que me permitiera trabajar desde cualquier
lugar del mundo, de manera flexible. ¡Perfecta para mi tipo de vida! Estaba por viajar Londres para
estudiar <i>Life Coaching</i>, con la
emoción de organizar todo (emoción que estaba siguiendo a la emoción anterior
de hacer mi investigación para ver en qué escuela y dónde estudiar), de sacar
mi visa, etc. Estaba feliz pensando en todo lo que iba a hacer después del curso,
hacer mi página web, buscar clientes, tener algo mío. Estaba realmente
eufórica. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Había surgido también la posibilidad de un
trabajo en Budapest, uno bueno, en una empresa internacional, que me permitiría poner
en práctica mi carrera mientras planeaba y preparaba todo para iniciar paralelamente
la práctica del <i>life coaching</i>. </span></span><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, estaba participando en Expatclic -una página
web para mujeres expatriadas- como traductora y redactora, descubriendo un nuevo
interés por la escritura, y</span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> además –como alguien me había sugerido que
hiciera- </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">estaba </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">“pagándome algunas deudas a mi misma”: había retomado el francés,
empezado a hacer yoga de manera constante y recientemente, había vuelto a
correr, de hecho, hasta estaba pensando en entrenarme para la media maratón de
Budapest. Estaba realmente llena de planes y proyectos, llena de metas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Encima,
mi matrimonio era “perfecto” (entre “comillas” porque ya sabemos que no existe
perfecto y menos en el matrimonio). Alberto y yo, con todas nuestras
diferencias, culturales y de todo tipo (y todos sabemos que somos muy
diferentes), habíamos logrado un equilibrio excelente. Nos la pasábamos súper
bien siempre, nos reíamos como locos todo el tiempo, teníamos miles de bromas
internas, en verdad no podía pedir más a la vida (bueno, si podía: salir embarazada
pero digamos que estaba feliz y tampoco creía que el no tener un hijo –siempre
existía la posibilidad de que quizás no pudiéramos tenerlo- me frustraría la
vida). Estaba en una etapa de conocimiento de mi misma que nunca había tenido,
había crecido mucho en lo personal y estaba realmente contenta y agradecida con
la vida, con la suerte que tengo, con todo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es en este contexto que llegó la noticia de mi
embarazo. La noticia más esperada de los últimos meses/años. Ustedes dirán “¡Perfecto!
¡La cereza en la torta!”. Y si, en teoría si (bueno, y en la práctica también)
pero no se sintió así en el momento. En el momento, junto con la alegría inmediata de ver el resultado positivo, se me descuadró un poco el
plan (ojo que no he suspendido ninguno de los planes mencionados, bueno, si
uno, el de la media maratón –como que no es el mejor momento-, ah, y el del trabajo
-¡dudo que me vayan a querer estando embarazada!- pero lo del <i>coaching</i> sigue en pie, el viaje a
Londres lo haré, el yoga continuará en su versión prenatal, seguiré en Expatclic,</span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> y así, la vida sigue
como antes…casi) y empecé a armar (y, de hecho, sigo armando) el nuevo esquema
en mi cabeza. Empecé a pensar (y sigo pensando) en cómo voy a hacer todo al
mismo tiempo: buscar los clientes, preparar mi web, buscar el departamento
nuevo, comprar las cosas del bebe, ir a Lima. Nótese que además, esto de hacer
todo en paralelo no tiene nada de particular ni de física cuántica, la mayoría
de mujeres trabaja mientras están embarazadas y preparan la llegada del bebé –y
en circunstancias distintas, para mi hubiera sido igual-, es simplemente que yo
no lo tenía previsto, como que a pesar de estar buscando el embarazo, no había
realmente procesado la posibilidad de que podía pasar justo ahora, justo cuando
voy a empezar cosas nuevas que aún ni siquiera son parte de mi rutina.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de la noticia, la felicidad que venía
sintiendo se fue, ya no me emocionaba el <i>coaching</i>,
ni pensaba en mi viaje a Londres </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">-lo que si </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">permaneció</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> fueron las ganas de escribir-</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">, quedé adormecida</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">, totalmente entumecida, como
si me hubiera “dormido” como cuando se duerme una pierna. Y no sentía nada (o no mucho), me sentía rara
cuando veía la emoción de la gente cuando le dábamos la noticia y parecía que
estaban más emocionados que yo. No me creía –salvo en los escasos momentos de
extrema alegría que asomaban de vez en cuando- que adentro mío hay una persona
en proceso; como dirían los mexicanos, “no me caía el veinte”. La verdad es que,
a pesar de que a nivel intelectual entendía que era normal lo que estaba
sintiendo- estaba bastante desilusionada conmigo misma, con mi reacción, con el
hecho de no sentir nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este post es justamente para decir que desde hoy
ya no me siento adormecida (en realidad, no pensaba escribir hasta tener la
cita con el doctor), que creo que el adormecimiento<i> </i>pasó. De hecho, terminó hoy, en la mañana, a las 7:30am, apenas me
levanté y vi un correo que me envió mi hermano en el que me decía que le había
comprado su primer regalo al bebe (en realidad segundo regalo porque el
primero se lo compró antes que existiera, en navidad y no cuenta para estos efectos):
un babero celeste (bien confiado él de que será hombre) de Harley Davidson. Con sólo ver el babero algo cambió dentro de mí. No sé si es porque hizo más real
el hecho de que, efectivamente, voy a ser mamá en 8 meses y porque me hizo
acordar de todo lo lindo del proceso, de los meses que se vienen (a mí siempre
me ha ilusionado MUCHISIMO el embarazo y la panza), de las cositas lindas que
le voy a comprar o porque simplemente se necesita 1 semana para asimilar una
noticia como esta. Yo quiero creer que es más lo primero. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Gracias Julio, me devolviste la emoción que
tanto extrañaba! ¡Estoy segura que vas a ser el mejor tío!</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-D2VsJwvhxio/T4QjiaIhXRI/AAAAAAAAJqc/56CvQgSVoyY/s1600/Babero+HD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-D2VsJwvhxio/T4QjiaIhXRI/AAAAAAAAJqc/56CvQgSVoyY/s320/Babero+HD.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
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<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><b>Su primer regalo</b></span></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3805412073910409017.post-7151588607482065472012-04-06T10:38:00.000-07:002012-04-11T13:06:17.416-07:00Compartiendo la noticia…<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">He esperado unos días antes de escribir nuevamente para darme un poco de tiempo a mi misma para procesar la noticia y todo lo que implica (y también porque, para ser sincera, no he tenido mucho tiempo).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace dos
días, es decir al día siguiente de habernos enterado del embarazo a través del
test de orina, fui tempranito a confirmar la buena nueva con el examen de sangre. Cinco horas después, ¡todo
estaba confirmado! Me habían dicho que los resultados estarían a las 4pm pero
que si estaba muy apurada podía llamar a las 3pm. Obviamente llamé a las 3:01pm
y ¡los resultados ya estaban! Acto seguido, me preparé para llamar a mis papás
(mientras Alberto, por su lado llamaba a su mamá). Me daba vueltas el estómago
de los nervios…no estoy segura por qué, pero se sentían las típicas mariposas en
la panza.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Llamé a mi
casa, les dije que se conectaran a skype (mi mejor amigo desde la primera vez
que viví en el extranjero) y que prendieran la cámara web. Acto seguido les
dije que los llamaba para felicitarlos porque iban a ser abuelos. Mi mamá ya
sabía la noticia que le iba a dar desde antes que terminara de dársela e
inmediatamente abrió la boca, se la tapó y empezó a llorar (¡parece que es la
reacción familiar!). Creo que nunca la había visto tan emocionada. Mi papá, por
su lado, estaba inmóvil. Quiero creer que de alegría pero pienso que fue más de
shock. No se movió (literalmente) por varios minutos y luego sólo atinó a preguntar
“¿para cuándo es?” y otra vez se quedó mudo e inmóvil. Creo que un papá nunca
está preparado para que su hija sea mamá (así como tampoco lo está para que su
hija se case –al menos el mío no estaba) pero habría que preguntarle a él el
por qué de la inmovilidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego era el turno de mi hermano, a él lo
agarré medio dormido pero su alegría fue aumentando conforme empezaba a
despertarse. Sé que si se lo hubiera dicho cuando estaba 100% despierto,
hubiera dado de saltos por su cuarto (y no estoy exagerando, así hubiera sido).
Las siguientes fueron mis abuelas y mis tíos y finalmente a mi mejor amiga
(quien también lloraba y saltaba en su casa). Era tan bonito ver como todos se
emocionan tanto por ti, como se alegran de corazón mientras uno sigue medio en <i>shock</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De mis
amigas locales, ya le he dicho a una pero como dije que lo haría, es decir, en
persona. Necesitaba poder contarle a alguien que, además de decirme lo feliz
que estaba por mi o que además de llorar de alegría, me diera un abrazo. Y mi
amiga Iris hizo todo eso y más. Me dio seguridad cuando le dije que estaba
asustada diciéndome que de sus amigas yo era la que más preparada estaba para
ser mamá. Ahora sólo me falta creérmelo a mí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No me
malinterpreten, estoy feliz…pero no sólo estoy feliz, también estoy asustada,
nerviosa, preocupada y si, aún en <i>shock</i>
(aunque hoy un poco menos que ayer y antes de ayer, así que la tendencia es
positiva). La primera noche luego de saber del embarazo no dormí sino hasta las
2:30am y me levanté como siempre a las 7am, eran puros nervios y estrés. Me la pasé pensando en la logística y en la
parte administrativa de todo esto (que si nos tenemos que mudar de
departamento, que cómo irá a ser dar a luz en un hospital húngaro, que si
Alberto se pondrá más nervioso con el tema del trabajo ahora que seremos tres, que
cómo cambiará mi relación con Alberto no sólo con el nacimiento sino durante el
proceso, y así).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro
lado, resultó ser que soy menos optimista de los que pensé, me la pasé también
pensando en todo lo que podía salir mal y empecé a cuestionarme si debí haber dado
la noticia así de pronto (de hecho, no le he dado aún la noticia a muchas
amigas a las que en teoría ya se las “debería” haber dado y creo que lo iré
haciendo poco a poco, conforme los nervios se vayan calmando y conforme me vaya
saliendo espontáneamente). Medio que tiré a la basura mi teoría de toda la vida
(ver post anterior)…poco a poco la estoy suscribiendo nuevamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y es que la
verdad es que yo pensé que con todo lo que hemos querido y esperado este
embarazo, lo único que se podía sentir es alegría (¡qué equivocada estaba!). Creía
que se sentiría diferente, que yo me sentiría distinta, no estaba siendo lo que
me había imaginado… La realidad fue que me sentía muy rara y se me salían las
lágrimas por nada, mejor dicho, se me salían porque me sentía rara y porque no
era lo que esperaba. Y eso me daba aún más pánico porque no quiero convertirme
en una embarazada hormonal que llora por todo, ¡yo que soy normalmente tan
racional! ¡Yo no soy esa persona que piensa en todo lo malo que puede pasar y
que llora por nada! <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como me
decía una prima cuando le comenté cómo me sentía (¡gracias Deb!), al parecer
las mujeres tenemos una idea muy romántica de esto del embarazo y de lo que se
siente al momento de enterarse de la notica (todo por culpa de las películas). Teóricamente
una (y quizás también los futuros padres) debería alegrarse hasta las lágrimas
y ser SÓLO y exclusivamente inmensamente feliz. Pues no es así (lamento
reventarle el globo a los que están leyendo y todavía no son padres) o, por lo
menos, no fue así para mi (si, para mí, la optimista del grupo, la “<i>pink</i>” como me llama mi amiga Denise, la
que venía queriendo un embarazo desde hace 2 años). Y si lo piensan bien, es
bastante lógico asustarse, ponerse nerviosa y hasta tener pánico. El día que te
enteras de tu embarazo, sabes, a ciencia cierta y sin lugar a duda alguna, que
tu vida cambió para siempre y que, como me dijo un ex jefe hace unos años,
NUNCA más en tu vida dejarás de preocuparte por algo (¡a ver díganme si no es
para asustarse!). La verdad es que para la vida y para la muerte uno no está preparado
nunca.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con el paso
de estos dos días ya las cosas están mejorando, ya el pánico y el <i>shock</i> están
cediendo paso a la emoción y a la ilusión. Me sigo sintiendo un poco rara, pero
ahora más “rara bonito”, ahora me siento especial, me siento especial porque sé
que, aunque no lo siento (porque además físicamente sigo sin sentir NADA, cosa que
agradezco por cierto), tengo a mi futuro hijit@ en la panza…que dentro de mi está
creciendo una personita nueva y si eso no hace sentir especial a alguien, no sé
qué puede hacerlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque no se bien todo lo que está pasando por
la cabeza de Alberto en estos momentos, creo que a él le ha pasado algo más o
menos parecido, él también se ha asustado un poco (cosa que tampoco ayudó mucho
con mi propio susto porque yo, ilusamente, pretendía verlo sólo y exclusivamente
feliz, saltado en un pie y no pensé que para él también todo era un poco un <i>shock</i>), él también está procesando y él
también tiene que, a su forma, encontrar la tranquilidad y empezar a creerse
que todo saldrá bien y que será un papá excelente (cosa de la cual yo estoy
100% convencida y no he dudado nunca ni por un minuto).</span><o:p></o:p></span></div>Mocihttp://www.blogger.com/profile/12899221108242705780noreply@blogger.com1